El misterio rodea la muerte del sereno, 14 días después de su desaparición

A las 16 de ayer el cuñado encontró el cuerpo de Marco René Aguirre, en una zona de las salinas del departamento Juan Felipe Ibarra, distantes 68 kilómetros de Añatuya.

El desenlace generó desazón en familiares, policías y baqueanos, quienes lo buscaban hace 14 días.

Urgente, el fiscal Sebastián Robles ordenó la actuación de especialistas de la División Criminalistica de la ciudad capital.

Hasta su arribo, el cuerpo fue custodiado por policías de Añatuya.

Tía de la víctima

En diálogo con EL LIBERAL, Clariné Villalba confirmó la terrible noticia.

“Es verdad, es mi sobrino. Estaba muerto en una zona ya rastrillada. Todo es dudoso”, indicó.

Reveló que el sereno “estaba cerca de unas ramas; y al parecer, no lo habían atacado los animales”.

Desde las 16, los jefes policiales rodearon el lugar y no permitieron miradas curiosas. En forma paralela, el fiscal partió de la capital y llegó cerca de las 21.

A las 22.30, hizo lo propio la Unidad Morguera a Añatuya, pero aún le restaban 68 kilómetros para llegar al escenario fatal.

Robles hizo base en la zona, ya que deseaba analizar el lugar y definir la dirección de la investigación, que proseguirá hoy, temprano, con la autopsia en la Morgue Judicial del Hospital Independencia.

Recién una vez entregado el informe forense, el fiscal hablaría con la prensa, trascendió.

Sin margen de error

Su entorno deslizó que no desea apresurarse: pero emergen dos especulaciones sobresalientes. El sereno pudo haber muerto deshidratado, o bien fue atacado.

Como se recordará los testimonios recogidos en los últimos días indicaban que el joven podría haber sido víctima de la venganza de cuatreros e incluso se habló de cierta vinculación del hecho con un perfil umbanda que lo tuvo de víctima. Todo ello es materia de investigación.