En el crimen de "Cococho", los dos bandos habrían usado armas

Seis meses después de una batahola en la que se produjo el crimen de Marcio "Cococho" Acosta, en B° Juan Felipe Ibarra, de modo sorpresivo habría aparecido una segunda arma de fuego e indicaría que se trató de una batahola armada entre dos bandos.

Hasta ayer, los investigadores tenían solo el arma homicida con que se ultimó a "Cococho", cuyo fin es atribuido a Franco David "Cata" Ferreyra.

De acuerdo con la investigación, precedió al crimen un baile en Pampa Múyoj, cita inesperada para dos bandos rivales enfrentados por una camiseta de fútbol.

Después de dos batallas campales en la calle, los Acosta acudieron a la casa de los Ferreyra y sobrevino una "hecatombe" armada en que pereció "Cococho"

Según la investigación, dolido por su muerte, su hermano, Ramiro Acosta, intentó vengarlo y le dio un tiro a Juan Antonio Ferreyra. Está preso por "homicidio en grado de tentativa y amenazas en concurso real".

Apelaciones

Ahora, la Cámara de Apelaciones rechazó un planteo de la defensa, a cargo de Nuria Kippes, y Ramiro Acosta seguirá privado de la libertad.

Kippes procuraba una "excarcelación extraordinaria", pero los vocales Sandra Generoso, Gloria Cárdenas y Raúl Romero temen que Acosta, libre, entorpezca el proceso.

Por consiguiente, la historia transitaría ya por una ruta, vía. directa al juicio oral.

¿Falsos testimonios?

Sin embargo, la Fiscalía habría recibido una pericia y apareció un revólver calibre 22, cuya "propiedad" es enrostrada al bando de los Acosta.

Hasta ahora, éstos acusaban a los Ferreyra de abrir fuego sin piedad, pese a que ellos sólo les destrozaban la casa y peleaban a trompadas limpias.

Sentido común, el hallazgo de la nueva arma emerge como un "centro preciado" para que la Fiscalía cite a los más desmemoriados en la causa.

"Citarlos" conllevaría (en el "combo") firmes posibilidades de nuevas imputaciones, al menos por "falso testimonio", se especulaba ayer.