Solicitan eximición de prisión por robo de toro valuado en $ 1.000.000

La Justicia tiene en sus manos un pedido de eximición de prisión en favor de un sujeto, tras el audaz robo de un toro reproductor Brangus negro valuado en casi $ 1.000.000.

El escenario resultó un campo situado en la ciudad de Campo Gallo, Alberdi, epicentro de procedimientos de la Seccional 18 contra el abigeato.

Según la investigación, el animal fue robado a un productor cordobés y la denuncia habría recaído en contra de un sujeto apodado “Chito”, vinculado a una familia con causas abiertas por presunto cuatrerismo.

Alto valor

De acuerdo con la presentación, se trata de un toro reproductor, cuyo valor no tendría techo y se presume que podría ser vendido en el mercado negro.

Rápido, la Seccional 18 afectó a un grupo de policías y golpeó en reductos exclusivos del cuatrerismo.

En efecto, la policía sospecha que el robo del toro no fue al azar y que intervinieron varios sujetos al menos en un camión y liberando caminos.

En alerta

Con “Chito” ausente de sus lugares frecuentes, los investigadores presumen que no reaparecerá hasta tanto recibir luz verde de su abogado, quien espera audiencia para instar a un juez a concederle la eximición de prisión.

Igual, los funcionarios policiales trabajan en campos habituados a la compra de ganado robado.

Prima facie, los policías se guían con un mapa personal edificado en años de procedimientos.

Mano dura

Asimismo, la policía monta procedimientos en los ingresos y salidas de la ciudad, en especial con el transporte de ganado.

Aunque todos intuyen que “Chito” concentra todas las miradas, muy por debajo los policías deslizaron que quieren cortar con la circulación de animales robados.

A diario se verifican documentos de vehículos y cotejan guías y los animales en camiones.

Los investigadores coordinaron controles entre Alberdi y Copo, “ruta” que asumen crucial para el traslado de animales robados, dentro de un mismo transporte con vacas legales, se supo.

La batalla que viene frente a un juez de Control

Ahora, la defensa y la Fiscalía batallarán frente a un juez.

La primera, procurará que su cliente permanezca libre, ya que no habrían pruebas contundentes en su contra.

Por el contrario, la Fiscalía interpretaría que el abigeato implica un delito con efectos multiplicadores.

Un flagelo

Desde ese flagelo social, la Fiscalía pediría a un juez decirle “no” a la eximición de prisión.

Si el magistrado da luz verde a la pretensión de la defensa, el sujeto podría presentarse a la indagatoria sin riesgo de quedar detenido.

Por el contrario, si la Fiscalía prevalece en su posición, casi en forma automática surgirá una orden de detención.

Por ende, el individuo correría el riesgo de ser apresado donde sea encontrado.