Por un celular, dos sujetos balearon a un niño en la cara

Un niño de once años, residente en el barrio Independencia, debió ser trasladado de urgencia al Centro Integral de Salud Banda tras recibir un disparo en el rostro, luego de que dos sujetos armados irrumpieran en su casa, exigiendo la devolución de un teléfono celular que les habían robado.

El violento hecho, que está siendo investigado por el fiscal de turno Dr. Pablo Moya, se registró cerca de las 22.30, cuando el pequeño se encontraba en cercanías de la puerta de acceso principal de su casa, ubicada sobre calle Camino al Vivero.

Los maleantes llegaron en un automóvil de color blanco, según los testigos. Ingresaron por la fuerza y el menor corrió detrás de ellos para alertar a su madre, quien se encontraba en el interior de la casa.

Apuntándole con el arma a la mujer, los delincuentes exigían que les devolvieran un celular que un adolescente, hijo de la dueña de casa, tendría en su poder. Según sospechan las pesquisas, el teléfono móvil pertenecería a un familiar de los atacantes.

La dueña de casa, quien se supone desconocía tal situación, comenzó a gritar pidiéndoles que se retiraran de su propiedad. Al ver que no iban a recuperar el supuesto aparato móvil sustraído, uno de los maleantes extrajo de entre sus prendas un arma de fuego y le disparó al niño.

El proyectil impactó en la cara del pequeño, por lo que cayó al piso. Luego los maleantes se dieron a la fuga.

En tanto la dueña de casa -de apellido Cruz, de 40 años- solicitó una ambulancia que llegó y trasladó a la víctima al nosocomio bandeño, donde fue asistido de urgencia por los médicos, quienes indicaron que debían intervenirlo quirúrgicamente para extraerle el proyectil que tenía alojado a la altura del pómulo.

El Dr. Moya ordenó que personal de la División Homicidios y Delitos Complejos de La Banda se hicieran cargo de la investigación y busquen a los delincuentes, que según algunos de los testigos, no serían de la zona.

Mientras que el médico forense examinó al pequeño y constató lesiones curables en 20 días. Por fortuna el proyectil -aparentemente una bala calibre 22- no causó graves lesiones en el niño.

Según alguna de las averiguaciones de los detectives, aparentemente un hijo adolescente de la dueña de casa -hermano mayor de la víctima- estaría involucrado con hechos ilícitos que podrían tener relación con la venta de drogas.

Al cierre de la presente edición la policía no había logrado apresar a los atacantes, pero analizaban las cámaras de seguridad de la zona. l