El remisero Ovejero dijo que mató al prestamista sólo para defenderse

La fiscal María Alejandra Holgado dejó en claro ayer que el remisero Mauro Francisco Ovejero ultimó a traición, por la espalda, al prestamista Sergio Ignacio Maldonado, sin embargo la defensora oficial, Claudia Luna, contragolpeó, al invocar la teoría de la “legítima defensa”.

En esos dos alegatos de apertura el tribunal inició el juicio oral en contra de Ovejero, quien mató a Maldonado de 20 puñaladas, en su casa, la siesta del 5 de noviembre del 2018 en el B° Huaico Hondo.

Luego, declaró el propio imputado. Habría señalado que la víctima se presentó en su vivienda sin ser invitada y le habría exigido el pago de $ 75.000, dentro de una deuda mucho mayor.

Ahondó el imputado que el modo no fue el mejor, sino de muy mala manera. “No tenía los $ 75.000 que me pedía”, acotó.

Profundizó que después Maldonado halló un cuchillo “e hizo ademán para agredirme”, subrayó el remisero. Agregó que él se defendió despojándolo del arma blanca y por temor a su vida, terminó hiriéndolo en varias ocasiones.

Desvanecido boca abajo

Siempre en base a la versión y al relato de Ovejero, Maldonado cayó ya desvanecido y quedó boca abajo. Allí, el atacante acentuó las puñaladas, ya por la espalda.

Ahora, el tribunal se apresta a exponer la teoría defensiva por el “tamiz” de los expertos que deben declarar: en especial, los forenses que hicieron la autopsia a Maldonado.

Entre una condena a prisión perpetua o la libertad

“Homicidio calificado agravado por alevosía”, reprimido solo con prisión perpetua, es la acusación fiscal.

La misión de la defensa es reconocer la autoría material, más no el contexto.

Ahora comenzarán a declarar policías, médicos, psicólogos, esposas, vecinos y los forenses, trascendió.

Prima facie, el móvil se presume económico.

Ovejero adeudaba una cifra importante a Maldonado y aquella siesta habrían intentado negociar un auto y el pago de $ 30.000 para satisfacer a ambas partes, se supo.

Sin embargo, la otra versión jamás emergerá porque es potestad de la víctima fatal.

Ante esa aparente disparidad, la fiscal batallará resuelta en convencer al tribunal que el remisero no se defendió, sino asesinó a sangre fría.

Enfrente, la defensa bregaría en pos de sembrar la “duda”, o directamente establecer que Ovejero fue la real víctima, forzada a convertirse en homicida para salvar su vida.l