Allanan un local del “Gordo Buby” y habrían secuestrado una caja de seguridad Allanan un local del “Gordo Buby” y habrían secuestrado una caja de seguridad
Una comisión de la División del Departamento Delitos Económicos allanó ayer a la tarde un local comercial del empresario Omar Farías, apodado el “Gordo Buby” y habría secuestrado una caja fuerte, pero sin que aún aparezcan los U$S 125.000 que lo enfrentan penalmente con el también empresario, ángel Marcial Jawahar.
El procedimiento se materializó en un inmueble de avenida Belgrano y calle 15 del B° Almirante Brown, dentro de una serie de medidas requeridas por la fiscal, Celia Mussi, quien atribuye al imputado, cargos por presunta “estafa por desbaratamiento de derechos acordados”.
Transferencia caída
La batalla judicial se originó y rige hoy dado a la frustrada transferencia del fondo de comercio de las once sucursales capitalinas de las panaderías “El Gordo Buby”.
De acuerdo con el denunciante, ambos coincidieron en los detalles finos, pero 12 de mayo el “Gordo Buby” no firmó el boleto de compraventa, lo cual tornó irreconciliables ambas posiciones y cuya cronología precipitó la judicialización de la operación caída.
Cronología
* 7 de mayo, Jawahar habría entregado, en su casa, a un representante del “Gordo Buby” los U$S 125.000; * 8 de mayo, Jawahar habría tomado posesión de las 11 sucursales; * 20 de mayo, el imputado envió una carta documento a Jawahar y declaró “extinguido el contrato por no haberse suscripto el 12 de mayo. * 21 de mayo, el personal de Jawahar fue impedido de ingresar en las sucursales de las panaderías.
Antes del fin de semana, el empresario fue detenido y ahora su defensa trabaja fuerte para lograr su excarcelación, dentro de diez días.
Enfrente, el abogado del denunciante, Diego Lindow, habrá realizado presentaciones ante la Fiscalía, ofreciendo pruebas sobre operaciones comerciales atribuidas al “Gordo Buby”, trascendió ayer.
A primera hora de ayer, la Fiscalía habría refrendado varios oficios y girados a organismos de la provincia.
En ellos, se destacaría el de la Afip, convirtiéndose en un sutil desandar de las posibles actividades económicas del imputado, quien fue indagado en la antevíspera, pero prefirió aferrarse a un inexpugnable silencio.l
