Prisión preventiva para un profesor por abuso sexual de una alumna de 11 años

Un mes después de ser detenido, la jueza de Control y Garantías, Sara Harón, dictó ayer la prisión preventiva para un profesor acusado de abusar sexualmente, en el baño de la escuela, a una menor de 11 años, con retraso madurativo.

En audiencia, así lo requirieron la fiscal Vanina Aguilera y el instructor Santiago Sierra, a cargo de un proceso por supuesto "abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de educador", en una escuela del departamento Juan Felipe Ibarra. Por la querella, intervino el abogado Pablo Gerez, quien ya habría solicitado diversas medidas a darse cumplimiento en el establecimiento educativo.

Todo comenzó a mediados de agosto. La menor regresó en silencio y evidenció dolor. "Me duele la rodilla porque jugué a la pelota", habría respondido ante una pregunta de su tía.

Horas después la mujer se puso más insistente aún. "Fue el profesor que me llevó al baño", habría confiado la menor, con una edad de "madurez" similar a un niño de casi 7 años.

Sin dudarlo, la tía acudió a la Seccional N° 28 de Suncho Corral, Juan Felipe Ibarra, e interpuso una denuncia, cuyas consecuencias ahora asoman imprevisibles y hasta amenazan avanzar más allá de la responsabilidad penal del profesor. El imputado fue detenido y alojado en la Seccional N° 5 del Menor y la Mujer de capital. Después, en Cámara Gesell, la menor habría aportado claridad en medio de una nebulosa de dudas: "El profesor me llevó al baño y con las manos me hizo cosas", habría indicado.

La única salida que le quedó al profesor fue requerir arresto domiciliario, ante diversos problemas cardíacos. Alojado en un domicilio particular, recibió ahora un duro mazazo judicial, próximo a ser apelado.

La víctima y un hermano no asisten más a las clases

Mientras tanto, la Fiscalía ya habría realizado pericias y recibido los testimonios de las autoridades escolares y de otros profesores, varios de los cuales habrían defendido al imputado.

En el futuro inmediato, los funcionarios escucharían a otros docentes, también a la familia de la menor, quien desde agosto no concurre a la escuela.

También tiene un hermano compañero que se alejó del establecimiento, añadieron los voceros policiales.

Conmoción

Treinta días después el cuadro es desconcertante. Las autoridades escolares se habrían puesto a disposición de la Justicia y los funcionarios indagarán sobre las condiciones en que se habrían materializado los abusos.

Hay una corriente policial reticente a la teoría de un ataque aislado. Ella sospecha que fueron varios hechos, quizá en horarios de escaso control en baños.