Policía que amenazó a su ex con el arma reglamentaria sufrió un duro revés

Un funcionario policial detenido, que está acusado de haber amenazado de muerte a su ex, y de haberle remontado el arma reglamentaria, sufrió un duro revés judicial ayer ya que la Justicia resolvió prorrogar su detención.

En el Centro Judicial Banda se llevó a cabo ayer una audiencia en la que se debía resolver la situación procesal del imputado (30), detenido a finales de septiembre.

Durante la audiencia, la fiscal del caso, Dra. Ximena Jerez, miembro de la Unidad de Violencia de Género de La Banda, expuso los graves episodios denunciados por la damnificada y solicitó la prórroga de la detención.

"Amenazas calificadas y lesiones leves agravadas por el vínculo" son los cargos que la Dra. Jerez endilgó al Agente.

Los gravísimos hechos quedaron al descubierto el pasado 28 de septiembre, cuando la mujer (33) decidió denunciarlo por primera vez.

La damnificada se presentó en la Comisaría 2da de la Mujer y la Familia. La enfermera precisó que residía en una localidad del interior del departamento Banda y que después de haber mantenido una relación durante 8 años con el acusado, en el 2020 decidió ponerle fin al noviazgo, pese a que tienen dos hijos en común.

La mujer explicó que a pesar de la separación, el funcionario policial continuó conviviendo bajo el mismo techo.

En cuanto al último hecho de violencia, señaló que ese martes 28 de septiembre, había salido de bañarse y encontró a su ex con el celular de ella en la mano y comenzó a recriminarle los mensajes que encontró de su nuevo novio.

La mujer le pidió que le devolviera su teléfono y que sus reclamos no tenían sentido, ya que hace un año que están separados.

Lejos de entrar en razón, el agente comenzó a exigirle que le dijera de quién se trataba y dónde vivía su nueva pareja, afirmándole que enviaría a terceros a golpearlo. "A vos ya no te voy a matar, te pasó la hora, lo voy a matar a él", habría vociferado.

En un momento él comenzó a pedirle que le devolviera su arma reglamentaria que estaba en el auto de la mujer, a lo que ésta le dijo que se la entregaría si le devolvía el celular y éste accedió.

Sin embargo, momentos después, el acusado la atacó y la hizo lesionar su brazo con la puerta principal de la casa, y luego se produjo un forcejeo.

El policía se dirigió hasta el pasillo y tomó su arma y apuntándose a la cabeza le habría expresado: "Espero que seas feliz". La mujer logró calmarlo por unos minutos y luego se dirigió hacia la casa de su madre –a pocos metros de distancia- para contar lo que estaba sucediendo.

Posteriormente, el acusado le propinó un golpe de puño a la altura del labio a la denunciante y se retiró en su motocicleta con rumbo desconocido. Tras la denuncia de la mujer, el agente fue detenido.

Pese a los planteos de la defensa del policía durante la audiencia, la fiscal Jerez insistió en el pedido de prórroga de detención, ya que aún resta concretar pericias claves.

La fiscal señaló que restan completar las pericias psicológicas (son varias entrevistas) y las pericias psiquiátricas, ante las presuntas intenciones de suicidio que habría expresado el acusado. Al mismo tiempo, está pendiente realizar una Cámara Gesell al mayor de los hijos de los protagonistas y en consecuencia, la libertad del imputado podría poner en riesgo la investigación penal preparatoria.

Finalmente, el juez de Control y Garantías de La Banda, Dr. José Luis Torrelio, resolvió hacer lugar al pedido de la fiscal y el agente –en disponibilidad- continuará privado de la libertad al menos por 15 días más.

Gravísimo y temerario antecedente 48 horas antes

Entre los múltiples episodios de violencia que la damnificada relató y que no se había animado a denunciar, uno de los más graves ocurrió apenas dos días antes de que se presentara en la Comisaría el pasado 28 de septiembre.

Explicó que alrededor de la 1 de la madrugada, sintió que el acusado –que dormía en la misma cama- se había levantado y al despertarse, ella le preguntó si buscaba algo.

Sin mediar palabra alguna, el agente le remontó el arma reglamentaria en medio de la oscuridad y apuntándole a la cabeza, gatilló.

Aparentemente la pistola estaba descargada por lo que no salió ningún disparo, pero el gravísimo hecho provocó que la mujer comenzara a llorar desconsoladamente.

Dijo ella que en medio de esa situación, el acusado se reía y le decía que nunca la había visto con tanto miedo.

Siempre en función de la denuncia de la víctima, temiendo por su vida, ella lo abrazó para que el acusado se calmara y luego éste le habría confesado que pensaba en suicidarse para "acabar con todo".