Dos tucumanos, al borde del juicio por el crimen de gendarme en Santiago Dos tucumanos, al borde del juicio por el crimen de gendarme en Santiago
Dos tucumanos serán juzgados por un tribunal santiagueño, sindicados de asesinar y enterrar a un gendarme en octubre del 2018 con el fin de apoderarse de su automóvil. El cuerpo fue desenterrado al año siguiente en San Pedro de Guasayán, merced al quiebre de una mujer, cuya real participación en la tragedia será desentrañada en el debate oral.
Ellos son Juan Francisco "Pirulo" Fernández y Marcelo Dalmiro Camus, apodado "Mishi". El fiscal friense, Gustavo Montenegro, los acusa de "homicidio criminis causa y robo calificado por el arma de fuego en concurso real de delitos en perjuicio del ángel Amado Ayrala".
La acusación sostiene que el 16 y 17 de octubre "Pirulo" (evadido) y "Mishi" acordaron huir de Tucumán, pero precisaban un vehículo para el cometido. Con colaboración de un hermano de "Pirulo", contactaron al gendarme ángel Amado Ayrala, oriundo de La Madrid, tierra de origen de todos los protagonistas.
Cintia Débora Sotelo
Allí, habría aparecido en escena Cintia Débora Sotelo. Para la Fiscalía, "… se le exigió que les entregara el automóvil de Ayrala, y que en caso de negarse, mataría a sus hijos. Manifestándole, además, que para conseguir el vehículo debía simular contratar un viaje fuera de la jurisdicción de La Madrid, Graneros, donde residía".
Engañado, Ayrala habría aceptado el viaje, en compañía de Sotelo. De La Madrid, se trasladaron a Guampacha, en Guasayán, Santiago del Estero. Arribaron a una casa, en cuyo interior estaban ocultos los dos tucumanos.
Literalmente, Sotelo habría entregado a Ayrala a sus "cuasi" cómplices. Los tucumanos se encontraban armados con escopeta, una piola y precintos. En teoría, para el fiscal, el objetivo de los maleantes era abandonar a Sotelo y a Ayrala.
Sin embargo, Ayrala fue encerrado y maniatado por los tucumanos con sus rostros cubiertos. Después, mostraron sus rostros y con ello, sellaron la muerte de Ayrala.
En San Pedro de Guasayán, cavaron un pozo. "Pirulo" le habría disparado en la cabeza a Ayrala, quien murió en el acto. Colocaron el cuerpo en el pozo, lo cubrieron con tierra y lo rociaron con combustible. Y huyeron, llevándose el coche, un Renault Mégane.
En 2019, mientras el proceso era instruido en Tucumán por búsqueda del paradero de Ayrala, Sotelo declaró y acusó a "Pirulo". La Justicia desenterró el cuerpo de Ayrala el 5 de octubre de ese año.
Un viraje sugestivo
En febrero del 2021, Sotelo se presentó en la Justicia de Frías y se rectificó. Esta vez, desincriminó a "Pirulo" y con ello posibilitó a la defensa requerir la excarcelación extraordinaria. En abril, le fue otorgada a libertad al tucumano, pero el beneficio quedó sin efecto ante la Cámara de Apelaciones.
Ahora, la Fiscalía de Frías se apresta a fijar fecha de audiencia para analizar el requerimiento fiscal de elevación a juicio. Enfrente, la defensa de "Pirulo", a cargo de Carlos Ríos López, objetaría la calificativa, resuelto en que un juez la morigere a "homicidio simple", reprimido con penas mínimas de 8 y máximas, de 25.
Asimismo, el abogado abogaría por el "cese de prisión por vencimiento de todos los plazos procesales", se supo al cierre de esta edición.
"Pirulo" es el único detenido. Cumplió una condena por robo en la cárcel de Villa Urquiza, pero es mantenido aún privado de la libertad, desde noviembre del 2020, por la causa de Frías. En el medio, falló un pedido de traslado para el Penal de Varones, por falta de "cupo".
