Una joven tuvo que fingir un desmayo para que su pareja dejara de golpearla

Un cartonero terminó tras las rejas después de haberle propinado una feroz golpiza a su concubina, al atacarla con un cuchillo y provocarle cortes en sus manos, con un vidrio en su vientre y ella tuvo que fingir un desmayo para que dejara de agredirla.

De acuerdo con lo manifestado por fuentes policiales y judiciales, el hecho se registró ayer en horas de la madrugada.

La damnificada, una joven de 27 años domiciliada en el barrio Bosco III, relató a los uniformados que en la noche del domingo, llegó a su casa y encontró a su concubino de 26 recostado. Ella le avisó que se iba a la casa de su tío a una fiesta y al regresar ayer a las 4 de la mañana, se desató el infierno.

Una vez que ingresó y cerró la puerta de la habitación, el denunciado se levantó y le habría preguntado: "¿Dónde andabas vos, ¿qué habrás andado haciendo, ¿con quién has andado bailando? igual ya me voy a enterar de todo", a lo que la damnificada le habría dicho que ella habría estado en la fiesta de la casa de su tío.

En ese momento, el cartonero la habría tomado del pelo y la joven habría gritado a una vecina, pero él le habría propinado un golpe de puño en el rostro a la altura de la boca, ocasionando que se cayera al suelo.

Luego el denunciado le habría propinado puntapiés en el vientre, y la habría tomado de los pelos, arrastrándola por el piso.

Brutal

Posteriormente, el acusado la habría arrojado a la cama, la tomó del pelo y sacó un cuchillo, tipo sierrita, con el que habría tratado de agredirla, pero ella logró evitarlo sujetando el cuchillo del filo, y el denunciado se lo habría sacado, provocándole cortes en la palma y dedos de su mano.

Con la otra mano, la damnificada habría tomado el cuchillo y logró quitárselo.

Sin embargo el denunciado habría tomado un trozo de vidrio, con el que le realizó cortes en el abdomen y le propinó puntapiés en su cabeza.

Sin escapatoria, la mujer habría fingido que estaba desmayada y el acusado habría comenzado a moverla con el pie y le habría dicho que dejara de fingir y se acostara a su lado.

Cuando lo creyó dormido, ella se levantó y quería escapar, pero él se despertó y la amenazó: "Vení a acostarte, no hagas que sea peor porque te voy a c…. matando".

Esperó unos minutos más y huyó hacia sus primos que viven cerca. En poco tiempo arribó la policía y redujo al agresor.

La fiscal, Silvina Paz, solicitó que el acusado quedara detenido, medida que la jueza de Género, Dra. Cecilia Laportilla dio luz verde y se concretó de inmediato.