Indagan al bandeño de los $18.000.000 en cocaína y celular altera a la clientela

Tan imperceptible por fuera, como deducible por dentro de su celular, el bandeño que cayó con $ 18.000.000 en cocaína sería indagado hoy o mañana y la Justicia deslizó que sería el rostro visible de un proveedor de drogas inclinado a fiestas de fines de semana.

Contrarreloj, los policías federales trabajaron toda la noche del sábado y el domingo, tras un sorpresivo operativo antidrogas frente al B° Procrear, en avenida 25 de Mayo, en La Banda.

Lo espontáneo estuvo precedido de una voz anónima que entregó en bandeja al automovilista y los federales lo esposaron con 7 ladrillos de cocaína. Para los expertos, el autor de la llamada fue un dealer de la competencia, o bien un infiltrado en el grupo de jóvenes consumidores que lo esperaba con un pedido.

Las imputaciones

Sea cual fuere la verdad, ya no importa. El bandeño preso enfrenta cargos por "transporte de estupefacientes" y será indagado en las próximas horas en el Juzgado Federal.

En forma simultánea, los federales apuran la marcha para extraer el contenido de su teléfono celular, ya que intuyen se encontrarán con una cartera de clientes selectos, preferentemente jóvenes.

Aturdido y perplejo al ser apresado, el sujeto dejó entrever que se trasladaba a realizar una entrega para chicos, es decir jóvenes, de fiesta.

Lo interesante para los federales que el preso deslizó apodos de dos individuos ligados a otras causas, considerados iniciadores de adolescentes en el consumo y hábiles en reinar en la droga sin ensuciarse las manos, menos ser detenidos.

Desde mañana, los funcionarios definirán prioridades: lo primero es la indagatoria del bandeño; a la vez, los especialistas analizan la calidad de la cocaína, origen e investigan su potencial proveedor que obviamente no sería de Santiago del Estero.

¿Mero pasador?

En ese abanico de urgencias inmediatas, la Justicia abrirá el celular, ya que intuye que el apresado no hablará, o bien se desligará y manifestaría que la droga no era suya, y solo obró de mero pasador.

Como indicadores polifuncionales, la policía trabaja también en los ingresos, nivel de vida y trabajos, ya que si bien no gravitan directamente en la acción reprochada, los asumen factores conducentes capaz de delatar su real actividad, por encima de toda fachada.

Mal que le pese, el bandeño medita desde el sábado y ya habría reconocido la realidad del mundo en el que ahora yace esposado. Lo más trascendente, tiene claro que sus acciones generarán consecuencias.