Perpetua para padres de Tatiana, asesinada en 2018 en Las Termas Perpetua para padres de Tatiana, asesinada en 2018 en Las Termas
Un tribunal condenó
ayer a prisión perpetua a
los padres de la nena Tatiana
Córdoba, al hallarlos
responsables de su asesinato,
el 6 de noviembre
del 2018 en Las Termas de
Río Hondo.
En veredicto unánime,
los vocales Julio Carmelo
Vidal (presidente), Raúl
Santucho y Graciela Neirot
de Jarma sellaron el
futuro inmediato del ex
boxeador Luis Fernando
Córdoba y de Milagros Beatriz
Bulacio, por el delito
de “homicidio calificado
por el vínculo”.
En los alegatos, el fiscal
Rafael Zanni había requerido
la pena máxima
para la pareja, quienes habrían
sometido a maltratos
a Tatiana Córdoba, cuyo
triste fin se precipitó a
los dos años y cinco meses.
Sin embargo, desde
bebé parecía que su naturaleza
ya había sido preestablecida
por padres que
no le prodigaron amor, tal
vez porque su piel era
blanca y ellos eran “morenos”.
En ese cuadro de frío
rechazo, el padrino “Cuqui”
ávila quiso quedarse
con la niña, pero el boxeador
dejó en claro que la
transacción no sería gratuita.
Habría intentado
negociarla por un terreno.
ávila no tenía dinero y,
por ende, la niña le fue
arrebatada.
El 6 de noviembre, la
chiquita se descompensó.
Fue conducida al hospital
local y luego derivada al
Cepsi.
Sin embargo, la niña
dejó de existir en el camino.
Sobrevino una investigación.
La autopsia determinó
que la muerte fue resultante
de “asfixia por sofocación”,
“fracturas de
costillas” y otras lesiones
menores, que llevaban semanas
sin atención médica.
Casi cuatro años después,
un tribunal aplicó en
la víspera la pena mayor a
sus padres, quienes mínimamente
purgarán 30
años en una prisión de esta
capital.
DESOLACIóN
Un infierno en vida, capaz de llevarla hasta la tumba
Los restos de Tat iana
fueron sepultados en el cementerio
de La Aguada, Río
Hondo. Shoqueados y aturdidos,
abuelos, tíos, primos,
vecinos y amigos le tributaron
el último adiós.
Dos días atrás, su madre
había ido al hospital con su hija
en brazos. Ante los médicos,
aseguró que la pequeña
tenía fuertes dolores abdominales.
Los médicos de guardia
la asistieron de inmediato y
advirtieron que los dolores no
respondían a una afección por
algún tipo de enfermedad, sino
evidentes signos de golpizas.
Dejó de existir a las pocas
horas.
Una junta médica develó
que Tatiana falleció por
un traumatismo de tórax que
le provocó la fractura de dos
costillas (7ª y 8ª), las cuales a
su vez lesionaron sus órganos.
Además, la víctima presentaba
lesiones en el cráneo,
orejas. En sus piernas tenía
como “pinchazos”, enfatizó el
informe de autopsia.
Para los expertos, la chiquita
era víctima de constantes
agresiones físicas, acalladas
por sus padres o justificadas
como berrinches de
una niña. Puertas adentro,
Tatiana vivió un infierno, deslizaron
los voceros.
POLOS OPUESTOS
Olvidada y relegada por sus progenitores,
pero amada y protegida por sus padrinos
Un silencio sepulcral generó
escozor ayer en el recinto.
Tatiana hoy hubiese tenido
más de seis años y medio.
La niña tuvo dos etapas
diametralmente opuestas: en
la primera ella fue olvidada y
relegada por sus padres; en la
segunda, fue querida y contenida
por sus padrinos.
Una pediatra del hospital
declaró en el juicio que el peso
y la ropita dejaba entrever lo
evidente: el amor y el desamor,
de unos y otros.
De hecho, en la Justicia de
Las Termas había escritos,
planteos, tendientes a propiciar
la entrega de la chiquita a
sus padrinos, que se querían
hacer cargo ante la pesadilla
que vivía en su hogar, pero
siempre habría primado la
prioridad de los padres biológicos
que tuvieron una actitud
mezquina.
Ya todo es historia.
La
Justicia envió ayer tras las rejas
a la pareja de padres, los
que ahora ni siquiera se atreven
a mirarse. Es más, al declarar
se acusaron entre si.
Córdoba manifestó que aquel
día él se entrenaba en el gimnasio
y le informaron que la
chiquita era llevada al hospital,
en muy malas condiciones.
Por su parte, Bulacio afirmó
que ella había salido a realizar
las compras para la comida y
que al regresar halló a Tatiana
golpeada, descompensada, y
que fue Córdoba el que había
quedado a su cuidado.