Alumna de 12 años le confió a su maestra que su primo la abusa

Un aberrante ultraje sexual en perjuicio de una alumna de 12 años salió a la luz en una institución ubicada en el barrio Centenario durante la tarde de ayer, mientras la víctima se encontraba en clases.

Una vez más, una menor decide recurrir a una docente de su establecimiento educativo para pedir ayuda y develar el calvario que vive desde hace cinco años a causa de los abusos que sufre por parte de su primo, un adolescente de 16 años.

El repudiable ataque salió a la luz cerca de las 10.30 de la mañana de ayer cuando personal de la Comisaría N° 11 de la Mujer y la Familia recibió un llamado telefónico de la directora de la escuela, quien pedía ayuda.

Al llegar al lugar, los uniformados se entrevistaron con la autoridad educativa y con una maestra quien contó que una de sus alumnas le confesó que estaba siendo víctima de tocamientos por parte de su familiar.

La menor también fue llevada a la oficina de la directora y allí ella les contó a las policías que reside con su abuela —ya que sus padres están separados— y que el acusado bajo amenazas la abusa.

La estudiante confió también a sus educadoras y a la policía que sus padres desconocen tales abusos ya que no residen con ella y confesó que teme por la reacción de su padre porque, según dijo, suele ser muy agresivo y, además, tiene un arma de fuego. Explicó que a su madre no le contó por vergüenza.

Ante los dichos de la menor la policía se comunicó con la fiscal de turno —Pilar Palavecino— mientras que las educadoras citaron a la madre de la víctima. Cuando ésta llegó fue alertada de todo el hecho y se trasladó a la Comisaría para hacer la denuncia.

La fiscal ordenó entonces que madre e hija se presenten hoy en la Fiscalía y además ordenó que una comisión policial llegara a la casa del padre de la víctima y secuestrara el arma. Así fue que el sujeto, ante los uniformados, entregó un revólver y la documentación que tenía con el permiso para utilizarlo.