Una mujer vivía un verdadero calvario a manos de su esposo, un mecánico y albañil bandeño

Nueve meses de un verdadero calvario vivió una mujer bandeña en manos de su esposo, un mecánico y albañil, que a diario la agredía físicamente y la hostigaba, acusándola de mantener relaciones con otros hombres.

María (nombre ficticio) no tenía paz desde que su marido comenzó a consumir sustancias tóxicas y bebidas con alcohol a diario. La joven mujer —residente en La Banda— contó que estuvo casada con el acusado por 15 años y tienen un hijo adolescente.

Si bien la víctima contó que vivió reiterados episodios de violencia, expresó que durante la tarde del pasado sábado 8 logró escaparse de la casa donde convivían aprovechando que él no se encontraba en la casa.

María llevaba dos días encerrada en la casa, luego de haber sufrido una brutal golpiza por parte de su pareja, que los dejaba en el interior del inmueble y cerraba las puertas con llave cada vez que salía.

El día sábado cuando el violento regresó a la casa y no encontró ni a la víctima ni a su hijo, ingresó a cada uno de los inmuebles del barrio buscándolos, exigiéndoles a sus vecinos que no los ocultaran.

La mujer buscó refugio en la casa de sus padres y su hijo quedó al cuidado de su tía materna en otra propiedad. A raíz de las averiguaciones, el sujeto dio con el paradero del menor a quien le suplicó que le informe dónde estaba su madre, pero él no le contó nada.

Al ver que su pareja no iba a parar hasta dar con ella, María decidió presentarse en la policía y realizar una denuncia. Además allí contó que las discusiones con su marido eran constantes ya que él a diario le endilgaba relaciones amorosas con distintos hombres.

Expresó que en una oportunidad la amenazó de muerte mientras manipulaba tijeras, cuchillo, herramientas como martillos y destornilladores y le decía: "¿vos sabes para qué es esto?, no sé de cómo no te mato hoy",  "si te mato es porque algo haces", entre otras frases aberrantes.

La mujer contó que su pareja cuando regresaba a la vivienda buscaba "algún rastro" que lo llevara a comprobar que alguien había estado en su ausencia. En el colmo de la aberración, el sujeto revisaba y olía la ropa del ropero, se sentaba en el suelo y tocaba el piso para ver las huellas de los calzados para ver si coincidían con la suya, su hijo, su pareja o si eran de un desconocido.

También explicó que en ocasiones le revisaba las partes íntimas a ella para descubrir si mantuvo relaciones sexuales. Ante el dramático relato de la víctima, la policía comunicó el hecho al Dr. Mariano Gómez —fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar— quien ordenó que el acusado fuera aprehendido.

Los efectivos arribaron a la casa, pero éste ya no se encontraba. El fiscal solicitó a la Justicia una orden de allanamiento y detención, por lo que la policía ingresó a la vivienda, pero el acusado no estaba.

Durante la jornada de ayer, el mecánico se hizo presente por sus propios medios en el centro judicial de La Banda y quedó detenido de inmediato.