Pacto de silencio y un año de prórroga para 3 romaníes presos por crimen de "Pausita"

Abroquelados a un férreo pacto de silencio, los tres integrantes de la comunidad romaní seguirán presos un año más por el brutal asesinato de "Pausita" Costas, listos para el juicio oral, por decisión del juez de Control y Garantías de La Banda, Carlos Ordóñez Ducca.

Así lo resolvió el magistrado ayer en audiencia, al refrendar la prórroga de sendas prisiones preventivas en consonancia con el requerimiento del fiscal Hugo Herrera, más los querellantes Mirko Slamich y Sergio Crespín.

Sergio Cristo, anfitrión; Ezequiel Oliva y Ramón ángel Díaz permanecen detenidos imputados por presunto "homicidio calificado agravado por la participación de tres o más personas por ensañamiento y alevosía", reprimido solo con prisión perpetua.

Hay un cuarto acusado, y presunto cerebro, prófugo: Se trata del cordobés Claudio Etchemendi, sospechado de ser el cerebro de la tortura a Marcelo Alejandro "Pausita" Costas, asesinado de 20 puñaladas el 7 de septiembre del 2020, en el paraje Cuatro Horcones, departamento Banda, al que luego cubrieron con una frazada y abandonaron.

En audiencia de ayer, la Fiscalía desandó la historia de "Pausita", 33, oriundo de Suncho Corral, Dpto. J. F. Ibarra. Pese a que Herrera se reserva para sí los detalles finos de la investigación, trascendió que la última actividad del celular de la víctima se registró el jueves 3 de septiembre a las 20.44.

Según la investigación de la Unidad Fiscal de La Banda, durante cuatro días "Pausita" quizá fue torturado, muerto y a la espera de una planificación para el desprendimiento de su cuerpo, hallado el 7 de septiembre en una zona de difícil acceso, cerca del Canal Matriz.

¿Qué pasó? El interrogante quizá ni siquiera sea respondido por "Pausita". El entorno de la División Homicidios y Delitos Complejos Banda atribuye su asesinato a un problema por drogas, o bien negocios ilegales entre todos los protagonistas que se conocían entre sí.

La presunción es que Cristo, dueño de casa, engañó a "Pausita". Organizó un almuerzo en su casa y la víctima se presentó con un cabrito. Ironía del bajo mundo, "Pausita" sació el hambre de sus verdugos con el animal y con su sangre, la sed criminal colectiva.

Hay otras hipótesis que subyacen y hasta tal vez nunca tengan respuestas: prostitución, dinero mejicaneado, o bien "Pausita" fue el idiota útil, la variable de ajuste de sus homicidas.

Sin establecer aún el móvil a ciencia cierta, el proceso será remitido a juicio, de acuerdo con la notificación fiscal y los tres sujetos se despidieron ayer del último intento por lograr el cese de prisión. Los acusados aguardan ahora la fecha del juicio oral.