Ricardo Daives: respuesta a una difamación

Ante la gravedad manifiesta que conlleva la injuriosa y temeraria publicación de un portal web, en la que de modo irresponsable y haciendo un uso impropio de la tecnología, se apelara a la manipulación digital de imágenes y texto para crear un titular difamatorio sobreimpreso quiero, como persona, hombre de derecho y funcionario del gobierno de mi provincia, dejar expresamente sentada mi posición ante esta canallada de quienes prostituyen el rol de la prensa.

Porque insulta la honorabilidad de mi persona y ultraja el apellido de mi familia, pero también insulta a la constitución nacional que nos garantiza el ejercicio de la libertad de expresión con igual jerarquía que el principio de inocencia.

En ese orden lógico, debo apuntar aquí el “detalle” de la discordancia absoluta entre el título de la nota, el montaje fotográfico que lo ilustra y el cuerpo del texto “informativo” propiamente dicho, discordancia que solo muestra la ausencia total de escrúpulos del ideólogo y responsable de la publicación, quien muestra así su intención sañosa de manchar mi honorabilidad y dañar mi trayectoria política y mi gestión institucional. La obscenidad del título refleja la cobardía de quien se escuda en él.

Es inmoral la pretensión de gestar un beneficio “político” en la muerte violenta de un niño. Es amoral y por tanto propio de una mente psicópata, actuar de ese modo. Cualquiera de las opciones confirma la calaña de las personas que realizan esas publicaciones.

Soy un padre de familia y, como tal, entiendo y respeto el dolor de un padre y de una madre en un trance así. Por eso reitero aquí mis profundas condolencias a la familia de ese niño. Y soy también un hombre con responsabilidades institucionales, por lo que entiendo imperioso y deseo profundamente que este crimen sea esclarecido desde la Justicia.

Es así como dejo expresamente asentado, que entiendo los acontecimientos descriptos y que resultaran de las conductas ominosas de los autores de la publicación difamatoria de un diario portal digital, como causa más que suficiente para iniciar las acciones legales que correspondieren.

Finalmente quiero expresar mi creencia en que cuando estos personajes inescrupulosos, inmorales y con antecedentes signados por un manejo obscuro de una profesión noble en si misma como lo es el ejercicio del periodismo, son los que lo señalan a uno con un dedo acusador, es cuando uno puede estar seguro de estar en el lado correcto. Es esa, justamente, la convicción que siento en este momento.