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“En Santiago tendremos unas elecciones parecidas a las Paso, y los datos económicos de la provincia son muy buenos”

23/10/2021 02:23 Política
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“En Santiago tendremos unas elecciones parecidas a las Paso, y los datos económicos de la provincia son muy buenos” “En Santiago tendremos unas elecciones parecidas a las Paso, y los datos económicos de la provincia son muy buenos”

El destacado analista político Enrique Zuleta Puceiro adelantó que las encuestas van marcando que los resultados del 12 de septiembre en las Paso, en las que el gobierno nacional en la sumatoria perdió con la oposición, se repetirán el 14 de noviembre. Sin embargo, cree que con el cambio de gabinete y una nueva impronta, el Frente de Todos logrará remontar algunos puntos.

De igual modo, indicó que en Santiago del Estero habrá un escenario similar para el 14 de noviembre, donde además se pone en juego la gobernación. En una entrevista a fondo con EL LIBERAL, el politólogo abordó en profundidad las elecciones, los nuevos escenarios, como también las nuevas demandas de la sociedad santiagueña, y los liderazgos.

También, los escenarios que debe enfrentar el gobierno nacional.

¿A poco más de dos semanas para las elecciones del 14 de noviembre, cómo se encuentra el país atravesando este proceso?

El país va rumbo a una elección que desde el principio dijimos, analistas, periodistas, dirigentes políticos, que iba a ser una elección clave. Cada uno tenía una razón para decirlo, mi opinión y lo vertí en una columna del Diario EL LIBERAL, es que esta elección es clave porque marca un cambio muy importante en la dinámica del sistema político, en la relación entre los partidos, en los procesos de representación, en las características del proceso electoral, con mucho de experimental.

Las Paso, sin duda, tienen un matiz experimental muy importante, y que aparte han producido efectos muy diferentes de lo que pensaban quienes pensaron las Paso y quienes aprovecharon las Paso. Por de pronto, lo que han mostrado las Paso es la posibilidad de anticipar un proceso tan crucial para la democracia como la transición política. Hoy si existiera una derrota electoral el 14 de noviembre, esa derrota electoral está anticipada, está asumida, está de alguna manera administrada en el gobierno y en la oposición. Ha acelerado, ha preparado al sistema de partidos para un proceso que en otros tiempos hubiera sido algo sumamente traumático. Muestra de ello es cómo funcionan los mercados, cómo funciona la sociedad en general, que no ha tomado esto de manera dramática. Y a mí me cuesta recordar en los treinta y pico de años de democracia, un momento en el que la sociedad esté tan distendida.

Hay grieta, hay confrontación, pero se produce a nivel de la política exclusivamente. No conozco ningún lugar de la sociedad donde haya un estado de crispación de todo o nada, como existe en ciertos lugares de la política.

Por otro lado el sistema ha producido algo que no se esperaba, que es una fragmentación del sistema de partidos, una emergencia de una enorme cantidad de gente que ha entrado en la política: no hay provincia en la que no haya figuras nuevas, que no esperábamos que se produjeran, que no esperábamos que se manifestaran.

Hay muchos Manes en todo el territorio, hay provincias como por ejemplo Santiago del Estero, como Corrientes o como la provincia de Salta o la provincia de Misiones que pudieron anticipar parte del proceso electoral. Corrientes y Santiago del Estero porque tenían la ventaja de tener elección gubernativa que no coincide con la de la Presidencia, y esto es muy importante: los modelos que existen en estos países hay que preservarlos porque permiten distinguir la elección nacional de la elección provincial y de la elección municipal, que son distintas. Esas provincias han mostrado que no es verdad que los gobiernos que gobiernan pierden las elecciones. Eso suele ocurrir en muchísimas situaciones, pero no ha sido así. Todas las elecciones previas a la elección nacional los gobernadores las ganaron. Y en todos estos lugares se está anticipando un proceso que creo que es importante explayarse en profundidad, que es un proceso de transversalidad donde todos estos gobernadores son mandatarios que tienen frentes que se iniciaron hace tiempo siguiendo el ejemplo de Catamarca de hace muchos años, del Frente Cívico y Social. Así es Valdés en Corrientes, así es el frente misionero. Así es el frente en Salta que incluso cuando desde ciertos sectores nacionales se lo intentó presionar y extorsionar como ocurrió en el 2019, ellos resistieron esa presión, hubo elecciones y lograron imponer las fuerzas y provincializar la elección.

es un avance que me parece extraordinario, la federalización y es fundamental. Creo que es un activo, y a ese activo lo veo bien definido, hay que ver los resultados electorales de todo el año. Como consecuencia, llegamos a unas elecciones poco crispadas que carecen de un dramatismo. Nadie cree que el 14 de noviembre se va a producir una catástrofe aunque los políticos, algunos dirigentes, viven esto con una tensión tan importante que pueden llegar a acelerar procesos que desborden la racionalidad.

-Donde hubo una tensión tras las Paso fue en el gobierno nacional, lo que derivó en cambios de nombres y numerosas medidas. ¿Alcanzará para que reviertan derrotas en algunos distritos clave?

-Las encuestas están mostrando varias cosas, una de ellas que el gobierno mejora su perfil, supera un desconcierto inicial, pone en marcha una política muy proactiva en muchos campos donde no había hecho nada. A eso ha contribuido la llegada de Manzur al gobierno que ha producido cambios similares en muchas provincias; también muchas provincias peronistas han tenido estas ventajas. Ahora esto le da, hoy por hoy, un margen no para ganar las elecciones ni revertir la situación, aunque sí para mejorar los números en ciertos espacios donde de alguna manera la oposición tampoco ha tenido una propuesta.

Hay provincias donde ganó las elecciones la oposición sin tener siquiera partidos ni candidatos. Cuesta encontrar en los ganadores de las elecciones un nivel de conocimiento o de valoración en algunos líderes: no quisiera hacer nombres en Santiago, pero la verdad de las cosas es que muchos de ellos son virtualmente desconocidos.

Sin embargo representan o expresan tendencias de la opinión, insatisfacciones, esperanzas, depende de los sectores, y esto me parece que la oposición lo ha tomado tratando de no hacer olas, procurando mantener ese 40% que inesperadamente ha logrado. No hay ningún dirigente importante hoy tomando riesgos, y la mayor parte de los dirigentes importantes se han diseminado por las provincias. En Santiago se ha recibido la visita de Mauricio Macri por ejemplo, de Rodríguez Larreta; Cornejo estaba por Catamarca, se diseminan por las provincias evitando hacer un frente de oposición. Entonces este gobierno (nacional) desconcertado por no tener enfrente una hipótesis de conflicto que le permita polarizar, busca a Macri y no lo encuentra; busca el Cambiemos porteño, gorila y no lo encuentra.

Entonces se vuelve sobre sí mismo, tratando de encontrar un eje de campaña. Eso, me parece, contribuye a que haya mayor distensión.

-¿En Santiago del Estero hay elecciones locales, cómo ve la situación en la provincia?

-Creo que en estos años de Zamora, Santiago del Estero ha logrado consolidar un sistema político. Y este sistema político tiene que afrontar una prueba que es que tiene un piso muy alto que tiene que tratar de ratificar. La verdad de las cosas es que es un piso que lo logró porque ha vivido durante una emergencia, desde el fin de las intervenciones.

Yo creo que ese proceso está básicamente logrado. Si uno ve las cifras económicas y sociales falta mucho por hacer, pero realmente lo que hay es una sociedad nueva: vemos edificios, procesos de construcciones, productividad, muy diferente al resto de las provincias. Y eso es una cuestión que obliga, porque el nuevo piso social, económico y cultural es un piso alto. La gente, hace 25 años tenía necesidades insatisfechas que hoy ha satisfecho. Hoy considera que (esas mejoras) no son de la política ni del gobierno y aspira a un salto cualitativo. El gobierno tiene hoy un nuevo desafío que es adaptarse a esa nueva demanda.

Durante 15 años la primacía estuvo del lado de la oferta: el Estado y el sistema político y el gobernador y todos los equipos del Frente Cívico ofrecían a una sociedad una vía: hoy hay una revolución desde la demanda, no desde la oferta, de más protección, salud. Además quiere cosas que tienen las clases medias urbanas, rurales, semiurbanas en todo el mundo. La demanda que hay en Santiago hoy no es distinta ni diferente del resto de las demandas. Eso obliga al gobierno, a los dirigentes empresariales, políticos y demás, a decir, señores, hay una sociedad nueva con cambio generacional, pero también con cambios de agenda. Me parece que es un escenario sumamente promisorio y los datos económicos, por lo menos a los que tengo acceso, son datos muy buenos para Santiago. Hoy muchos de esos datos están a un nivel mejor que a principios de la pandemia.

-¿Y cuáles son esos datos? ¿Qué muestran?

-Todo lo que significa actividad industrial, todo lo que significa construcciones, desarrollo de infraestructura. También tengo datos de otras provincias; realmente es una situación donde hay una revolución desde la demanda, pero no una revolución insatisfecha que va a quemar todo como pasa en Chile, Perú, Colombia, México, Venezuela, Ecuador. Este sistema (argentino) que no representa bien, no incluye, no alimenta, no cuida, pero funciona. Y que puede producir a dos años de funcionamiento, un cambio político. Que no es razonable que ocurra porque todavía faltan dos año años, pero eso que desde abajo hacia arriba la sociedad podía forzar un cambio, es impensable.

Y eso me parece que es un síntoma muy esperanzador. En Santiago trabajo hace muchísimos años. Llegué en la época de Volta y veo un cambio muy grande. Es un cambio de nueva agenda, de una revolución de las expectativas desde la demanda y encuentro un gobierno relativamente joven que va a adaptarse a esa demanda con toda seguridad. Está en este momento, mejor situado que los demás gobiernos de la región.

- Y las proyecciones en cuanto a los resultados para el 14 de noviembre ¿qué adelantan para el país y Santiago?

-En el país tenemos una elección muy parecida a la de las Paso. Con algunos puntos menos, no son 10 puntos de diferencia (a favor de la oposición en general en todo el país), pero son encuestas que las vamos a tener que revisar porque estos 15 días van a ser muy intensos, de campaña, en un sentido: el gobierno tratando de recuperar votos en algunos lugares clave. Creo que se equivoca en ir a buscarlos en Chubut, que es una provincia rica, de clase media muy alta; sí hay pobreza, pero hay petróleo, hay gas, hay pesca, hay desarrollos agropecuarios.

En cambio sí puede esperar un cambio en San Luis, un cambio en La Pampa, puede mejorar Santa Cruz, ahora el Gran Buenos Aires puede llegar a perder por menos. No creo que esté para ganar (el oficialismo nacional), si llegar a ganar sería un shock muy grande para la sociedad argentina porque creo que da por descontado que estamos en un cambio que equilibre el sistema político.

Acá en la provincia, los datos estamos hablando de una elección parecida a las de las Paso, pero vamos a ver qué pasa en Santiago y La Banda. Ahora, muchos dijeron en la prensa nacional, “si Zamora no tiene el 70% ha perdido”: eso es mentira, tiene cinco veces más voto que el resto, triplica al otro grupo. Eso no es razonable, creo que es una buena elección, es un plebiscito favorable, sigue existiendo mucha gente que no está de acuerdo con Zamora, pero lo va a seguir votando. ¿Hay algún liderazgo provincial emergente que represente a ese sector?

Yo por ahora no lo veo y no tengo datos de que ocurra así. ¿La elección nacional se va a meter en la elección provincial? Tampoco tengo datos. Yo creo que es un momento en Santiago donde hay que pensar más que en el 14 de noviembre, en los próximos cuatro años. l


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