Volvió de la muerte para seguir cantando Volvió de la muerte para seguir cantando
La resiliencia es lo que destaca a
“Fer” Vázquez, músico uruguayo, líder de
Rombai, la banda de cumbia urbana con la
que inicia una nueva etapa musical con su
nueva canción “Vamos a tomar una”, que
invita a pasarla bien. Tuvo un accidente
de tránsito que casi le costó la vida.
Pese
a tener siete vértebras quebradas, tres
costillas rotas y serios golpes en la cabeza
y en los brazos, tuvo la entereza de
adaptarse a esa situación y lograr resultados
positivos. Hoy está de regreso.
-¿Cómo te sientes al reencontrarte
con la música tras el
accidente de tránsito y la pandemia?
La verdad que es un momento especial
para mí y para toda la industria musical
que estuvo parada. Es un momento
especial porque hace poco tiempo, relativamente,
se volvió a la normalidad de poder
reencontrarnos con el público. Y
también, como bien dices, yo viví la particularidad
de un año muy complicado para
mí a nivel de salud. Sufrí un accidente de
tránsito y demoré varios meses en recuperarme.
Tuve siete vértebras quebradas,
el cuello, tres costillas, el dedo, me
abrí el brazo, la cabeza. Gracias a Dios
son cosas que me las pude curar, que las
pude trabajar con fisioterapia y hoy estoy
al ciento por ciento. Estoy extremadamente
agradecido y feliz de tener esta
nueva oportunidad de reencontrarme no
solamente con mi profesión sino con la
vida misma. Estoy disfrutando como nunca.
Es una etapa espectacular, me siento
feliz.
-El álbum “Positivo” ¿es anterior
o posterior a todo lo que
te pasó?
Se dio una casualidad pese que para
mí no existen las casualidades. Yo le quería
poner a mi álbum “Positivo” y le hago
un texto, para la difusión y para el álbum
digital, en el que pongo: “Cuando uno se
cae tiene que luchar, seguir adelante, no
hay que bajonearse, no hay que llenarse
la cabeza de pensamientos negativos, que
una caída no es derrota para siempre y
que hay tiempo para levantarse”. Eran
palabras que yo pensaba que eran para el
público, pero unos quince días después
me di cuenta que eran unas palabras que
quince días antes me las estaba autodedicando.
Es muy loco porque al álbum yo
le puse “Positivo” unos quince días antes
de tener el accidente. De hecho, hasta me
hice un tatuaje en la mano que dice “Positivo”
que era la única mano que podía
mover cuando estaba en el hospital. Me
ayudó mucho ese espíritu.
Durante esta etapa que
atravesaste ¿se potenció la
creación?
Se potenció mi personalidad en el
sentido de que tuve muchas enseñanzas
como persona: el no hacerme tanto drama
por problemas cotidianos como quizás
antes sí me los hacía, valorar cosas más
simples que quizás antes las daba por hecho
o por obvias. Tenés que reír y seguir
como si nada pasara porque nada está
pasando. Lo importante es que tu salud
esté bien y seguír haciendo lo que amas.
Es como que gané seguridad en mi personalidad.
Y, obviamente, a nivel de creatividad,
también gané seguridad y me dio
posibilidades de crear desde otro lado. En
ese entonces no podía grabar porque no
me podía inclinar con la computadora ni
tocar ningún instrumento, pero sí pensé
muchas ideas para nuevas canciones y se
hicieron cosas que voy a ir lanzando a lo
largo del tiempo. Así que, yo creo que impulsó
también mi parte creativa.
-A propósito de nuevos lanzamientos,
estás presentando
con Rombai la canción “Vamos
a tomar una”. ¿Es celebración
pura?
Es celebración pura y ahora me estoy
dando cuenta de que en la canción le estoy
diciendo a una amiga, que está pasando
mal de amores y se está haciendo
drama por algo que no debería estar haciéndose
tanto problema, vamos a tomar
una, salgamos de este problema y no le
prestes tanta atención al problema. Quizás,
en cierta manera, hasta me la dedico
a mí y a muchos otros y decirles: “Gente,
amigos, no se preocupen tanto por los
problemas”. Quizás, a veces, distenderse
y relajarse es la solución para poder ver
las cosas más claras. En “Vamos a tomar
una” es algo muy típico nuestro de decir
“amigo, dale, vamos a tomar una y relajemos”.
El mensaje va más allá de lo que dice
de manera concreta.