Cruzó el “charco” por “Lisboa”

La actriz española Itziar Ituño, reconocida por interpretar a la inspectora Raquel Murillo en la serie "La casa de papel", será este fin de semana una de las figuras de la nueva edición de Argentina Comic-Con, que se realizará en Buenos Aires, y aseguró que su participación en esa ficción "le abrió puertas y ventanas" en su profesión, entre las que se encuentra la película "Pensamiento lateral" que está rodando por estos días en escenarios porteños.

La intérprete vasca llegó al país para rodar la ópera prima del director Mariano Hueter, un thriller psicológico en el que encarna a una psicóloga española secuestrada y atrapada en una fábrica abandonada en Buenos Aires.

"Pensamiento lateral" la tiene como protagonista junto con tres actores argentinos vienen de participar de grandes éxitos de la TV: César Bordón ("Luis Miguel"), Mauricio Paniagua ("Monzón") y Alberto Ammann ("Narcos").

La también cantante conversó con Télam en el set de su nuevo largometraje sobre el impacto de "La casa de papel", y cómo eso la acercó a su nuevo protagónico en la Argentina.

"Entro en el proyecto haciendo huecos en mi agenda porque después del boom de ''''La casa de papel'''' y el fenómeno en el que se convirtió, se me vienen muchas propuestas encima", contó la intérprete.

Sobre las repercusiones de su participación en la serie española de éxito global, que fue durante un tiempo la más vista en Netflix y aún detenta el récord de audiencia de la plataforma en cuanto a contenidos hablados en castellano, la actriz mencionó que su experiencia en ese proyecto "abre puertas y ventanas, pero cierra otras, como las de la vida privada, que se ponen patas para arriba un poco".

-¿Por qué considerás que "La casa de papel" se tornó tan adictiva?

Creo que es un conjunto de cosas: en especial, la manera de narrar y el lenguaje audiovisual que utiliza, que es como un rock and roll; te deja siempre con las ganas de ver el siguiente episodio y de seguir sabiendo qué pasa con los personajes que se han metido ahí, es adictiva. Pero, sobre todo, creo que la historia cuando empieza resuena con pulso en esta sociedad injusta, que algo se mueve. Hay un conjunto de seres que no están bien, en el escalón más bajo de lo social y deciden entrar en la Casa de la Moneda y hacer su propio dinero como hacen los Estados cuando les da la santa gana. Entonces, esa parte un poco Robin Hood es lo que creo que a la gente le mueve.

-¿La aproximación antisistema resultó su fuerte con el público?

Sí. Ves a unos cuantos pobres haciendo con una máquina un montón de billetes y esa parte hace que la gente diga: "Claro que sí; hay que darle la vuelta a este sistema de mierda, vamos a asaltarlo todo y darlo vuelta". Y se le suma un himno antifascista que te levanta como el "Bella ciao" de los partisanos italianos, que no nos olvidemos que viene de ahí: no es "la canción de ''''La casa de papel''''".

Todo eso, vestido con una simbología: la careta de un loco como era Salvador Dalí y la indumentaria roja de trabajador, con lo que ese color simboliza. Y el planteo en general: una vez dijo (la actriz de la serie) Alba Flores que era como un partido de fútbol, con la policía y el Estado de un lado, que eran más grises y tirando al azul, y luego estaba el rojo, del otro.

Además, hay personajes que son un avatar entre los que puedes elegir con quién te identificas, que hemos tratado de hacerlos no demasiado estereotipados, no sé si lo hemos conseguido, pero tratando de buscarle la vuelta a que el malo no sea un villano de manual y tenga su parte más humana, y que el bueno no sea del todo bueno. Eso, sumado a la fotografía y la manera de narrar, en conjunto ha cuajado no sé por qué, pero se ha convertido en un fenómeno.

MANTIENE PERFIL BAJO

Se dejó tentar por un

mundo desconocido

-Vas a ser la estrella de Argentina

Comic-Con. ¿Cómo surgió tu

participación?

Venía a hacer la película y lo de la Comic-

Con surgió como algo un poco posteriormente,

aprovechando que estoy aquí; es otro trabajo

más. Las Comic-Con son un mundo un poco

extraño para mí, pero es una manera de tomarle

el pulso a ese mundo de fans, teniéndolo

en un lugar tranquilo y controlado. La gente es

bastante respetuosa.