"Sentimos una gran alegría cuando supimos que Gregorio iba a estudiar para sacerdote"

La máxima del poeta libanés cobra fuerza en el sacerdote de la Iglesia Ortodoxa de Santiago del Estero, Gregorio Makantasis, cuando se refiere a María Celina Hernández de Makantasis, su mamá. "Es una gran madre. Es muy buenita mi mamá", le comentó el sacerdote, emocionado, a EL LIBERAL. Y en Celina, que vive en Tucumán, su corazón, por citar nuevamente a Gibrán, palpita desde la distancia y su voz se entrecorta cuando habla de su Gregorio, "un chico adorable, dócil, una bellísima persona". Celina nunca imaginó que Gregorio, el mayor de sus tres hijos varones (le siguen Daniel y Héctor), sería sacerdote. "Nunca me lo dijo, lo sentí yo. Fue cuando estábamos en una casa que mis padres tenían en San Pedro de Colalao (Tucumán). Allí fue donde lo sentí orar y cantar alabanzas", evocó Celina en su entrevista con EL LIBERAL. Habla pausado, con inocultable orgullo. Cada palabra es un dechado de virtudes para sus hijos amados. Y ella entiende que no es casualidad que Gregorio haya elegido ser sacerdote. "Mi esposo tenía un abuelo que había sido sacerdote en Grecia. La alegría más grande que puedo haber sentido fue cuando él se ordenó", evocó Celina, una mujer que nació en Madrid, se radicó en la Argentina (Tucumán particularmente), donde formó su hogar y donde hoy, a sus 74 años sigue viviendo y disfrutando de su familia. "A Cristo lo llevo en mi corazón. Todos, en la familia, hemos sentido una gran alegría cuando supimos que Gregorio iba a estudiar para sacerdote. Se recibió, en Tucumán, de Contador Público Nacional, y después fue a Buenos Aires para ser sacerdote. Lo apoyamos ampliamente porque sentimos que lo tenía en su corazón", resaltó Celina. Su confesor "Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara", dice el ensayista Khalil Gibrán Khalil. Y, al decir de Celina, "la alegría más grande que puedo haber sentido fue cuando él se ordenó. No se imagina lo que me invadió el corazón. Siempre hemos estado orgullosos de la decisión que tomó Gregorio", expresó con inocultable amor por su hijo. Gregorio es también el confesor de Celina. "Cuando tenía un problema recurría a Gregorio. Cuando terminaba de hablar con él me sentía que estaba libre, sin ningún problema. Es por eso que sentí mucho el alejamiento de él. Pero, siempre estamos en contacto", especificó. Además de Gregorio, Celina es madre de Daniel y Héctor. "Tengo orgullo de mis tres hijos. Son unos hijos maravillosos. Son muy unidos. Son muy buenos hijos los tres", destacó. Madre y abuela orgullosa, Celina disfruta de sus nietos, los hijos de Gregorio. "Son unos chicos hermosos, educados, preparados y siempre muy optimistas", destacó. Y el deseo eterno de María Celina Hernández de Makantasis es que Gregorio, Daniel y Héctor "sean unidos, como lo son, que estén juntos, que siempre estén presentes. He cumplido 74 años que no pensaba que iba a cumplirlos. Pensaba que iba a morirme joven pero la vida me ha premiado con tres hijos maravillosos y un esposo (fallecido) extraordinario. Soy una persona muy feliz". "Es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os consideráis donantes, no sois más que testigos". (Khalil Gibrán Khalil).l