Jorge Alejandro Newbery pionero de la aeronavegación argentina (1ª parte)

Las últimas décadas del siglo XIX fueron para la Argentina un tiempo de consolidación de las instituciones republicanas, acompañado por un progreso económico que, de la mano de la organización social y la llegada de cientos de miles de inmigrantes, permitió que el país se convirtiera en un lugar de impulso modernista. Uno de los responsables de ese tiempo de avances de todo tipo de la sociedad fue Domingo Faustino Sarmiento, que había conocido en Nueva York a un dentista, al que invito a radicarse en Buenos Aires durante su presidencia.

El norteamericano acepto el convite y así fue que Ralph Lamartine Newbery llego a la Argentina, donde se enamoro de la porteña Dolores Celina Malagarie, con quien se caso el 26 de julio de 1873. El matrimonio se instalo en la calle Florida 251 y tendrá doce hijos. El primer varón será Jorge Alejandro, que nace el 27 de mayo de 1875.

INGENIERO, CAPITAN DE LA MARINA Y DIRECTOR DE ALUMBRADO

A los ocho anos viaja solo a Estados Unidos y queda asombrado de los avances técnicos de la sociedad norteamericana. Se gradúa como bachiller en la escuela escocesa  “San Andrés”, en las afueras de Buenos Aires. Tenía 15 anos. Viaja nuevamente al gran país del norte y estudia en la universidad de Cornell, cerca de Nueva York, donde tiene como profesor a Thomas Alva Edison. Recibe el título de ingeniero electricista a los 20 anos.

Regresa a Buenos Aires, siendo el primer importador de lámparas de tungsteno. Se incorpora a la marina en 1897, estando a cargo de las instalaciones eléctricas de los buques de la flota de guerra y llega al grado de capitán. En la Armada descubre que los oficiales, suboficiales y marineros, en su gran mayoría, no sabían nadar. Logra que las autoridades impongan la natación obligatoria para todo el personal embarcado.

En 1900, la municipalidad porteña le ofrece ser Director General de Instalaciones Eléctricas y Alumbrado, cargo que acepta y que ejercerá hasta su muerte en 1914. Ha quedado grabada en la historia la imagen de la Plaza de Mayo, iluminada por miles de lamparitas durante los festejos del Centenario de 1910, obra de Newbery. La estructura metálica que se construyo sobre la pirámide de Mayo para engalanar la plaza luego fue armada en el Zoológico de Buenos Aires y es la jaula de los cóndores, casi en homenaje a su hacedor.

Fue docente en la Escuela Industrial de la Nación y su espíritu científico y tecnológico lo llevo a participar del primer Congreso Mundial de Electricidad y sus publicaciones en revistas del ramo eran habituales. Fundó la Asociación Electrotécnica Argentina. Escribió sobre la explotación del petróleo como una actividad estratégica.

DEPORTISTA, TANGUERO E IDOLO POPULAR

Jorge se casa con Sarah Escalante el 23 de noviembre de 1908 en la Basílica Nuestra Señora del Socorro de Buenos Aires. Tuvieron un hijo, que morirá a los nueve anos, en 1919. Newbery era un hombre moderno y era un habitué de la vida social de ese entonces. Su afición por los deportes y su talento lo convirtió en un personaje legendario. Fue esgrimista, nadador, futbolista, remero, boxeador y uno de los primeros automovilistas. En todos se destaco y fue un gran promotor de estas actividades. El club “Huracán” fue fundado en su honor, con el nombre de su globo, y los socios lo nombraron presidente honorario.

Fue uno de los primeros cultores del tango, música a la que apreciaba como una creación original y moderna. Los autores y compositores más importantes le dedicaron muchas obras, destacándose los versos de “Corrientes y Esmeralda”, en los que “un cajetilla los calzo de cross”. El cajetilla es Newbery tal como lo dispuso Celedonio Flores. Fue amigo de Osvaldo Fresedo, que también era aviador, y compuso “Pampero”.

PIONERO DE LA AERONAVEGACION ARGENTINA

Los inicios del siglo XX marcaron el comienzo de la aviación, es decir el vuelo del hombre a través del avión. Desde el ascenso del primer globo aerostático en Francia, en 1783, de la mano de los hermanos Montgolfier, el dominio del aire estaba en manos del globo, que permitía elevarse, pero no manejar la dirección, que dependía exclusivamente del viento. Vale recordar como anécdota que el primer accidente aéreo se produjo en las murallas de Boulogne Sur Mer, a pocos metros de la casa donde moriría sesenta anos después el libertador José de San Martin.

El exitoso experimento de los hermanos Wrigth en 1903, que permitió un cortísimo vuelo controlado de un aeroplano marco el comienzo de una disputa entre aeronautas y aviadores por establecer el mejor aparato para el vuelo humano. La Argentina, país que intento los primeros vuelos de globo en los tiempos de la revolución de Mayo sin éxito, pero que los difundió sobre todo durante la guerra de la Triple Alianza. Hacia 1900 se produce una fiebre por el vuelo aerostático que puso al país a la vanguardia de la aeronavegación continental.

En 1907 se produce el primer ascenso de un globo importado desde Francia por Aaron de Anchorena, quien invita a su amigo Jorge Newbery a participar. El “Pampero” despega de Palermo y aterriza en Conchillas, Republica Oriental del Uruguay, siendo el primer vuelo internacional sobre el Rio de la Plata. Al poco tiempo se funda el Aero Club Argentino, que tiene a Newbery entre sus socios. Eran tiempos donde la audacia iba acompañada por la tragedia. El hermano de Newbery, Eduardo, con su amigo Eduardo Romero se pierden para siempre en otro de los ascensos del “Pampero”.

La prosperidad económica del país hizo que se invitara a los primeros aviadores europeos a visitar la Argentina, por lo que llegaron, hacia los tiempos del Centenario, pilotos como Henri Bregi, que realizo el primer vuelo mecánico en avión en Longchamps, al sur de Buenos Aires el 6 de febrero de 1910. Newbery se entusiasmo con el futuro del avión y fue un declarado defensor de este nuevo medio. En junio de ese ano, luego de pasar por los entrenamientos, recibe su brevet de piloto, junto a personajes como Florencio Parravicini

Newbery fue fundador, junto a grandes personajes de la época, como el perito Francisco Moreno y el barón Antonio De Marchi, de la primera escuadrilla aérea militar, para lo cual se organizaron colectas de dinero para comprar los aviones. En 1912 fue uno de los impulsores de la creación de la primera base aérea del país, que se instalo en El Palomar, llamada por entonces Escuela de Aviación Militar por decisión del presidente Roque Sáenz Pena. Esta fue la primera de Sudamérica y Newbery era uno de los instructores.