El Grupo Revivir ayuda a superar la violencia en el hogar

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE EL LIBERAL Y ESTAR SIEMPRE INFORMADOEl grupo Revivir está integrado por mujeres ex víctimas de violencia y que se hallan en proceso de cambio, ya que “jamás se termina de aprender”, señala Vanina Aranda su creadora y principal impulsora, quien explica que allí se trata de que “la mujer recupere sus derechos, su identidad, de que se empondere” y añade uno de los muchos conceptos que tiraron por tierra ideas arraigadas en nuestras costumbres cotidianas al decir: “Queremos que la mujer sea eso, una mujer, no la segunda, la media naranja, la mitad del hombre, porque es entera, es íntegra, no es la mitad de algo. Yo era una persona completa antes de casarme con mi marido, no era la mitad de él”.

Luego reveló que actualmente están habilitando un grupo en el barrio Bosco II, donde “las mujeres se están animando a cambiar”, a contar lo que les sucede y a decir basta al abuso y a la violencia.

Romper el silencio

Valiéndose de esta nueva experiencia, repasó el proceso que llevan adelante para lograr sus objetivos: “Lo primero que se hace con ellas es que rompan el silencio. Muchas mujeres no hablan, pero ahora, gracias a los medios de comunicación y a las leyes que han sido aprobadas, las mujeres se están animando un poco más a denunciar” sus casos, pero siempre es la mujer la que tiene que dar ese primer paso.

Así fue como comenzaron con las reuniones en el salón de una iglesia evangélica en el barrio Villa del Carmen, en la calle Ojo de Agua N° 74. Reunidas por Vanina, 24 mujeres asistieron a la primera convocatoria en el año 2004. Desde entonces, pasaron decenas de mujeres por Revivir.

Al principio las integrantes del grupo pensaban que la solución era que el hombre se retire de la casa, pero se generaban dos problemas: la mujer quedaba sola y así debía enfrentar el desafío de mantener a sus hijos y llevar adelante el hogar. Y lo peor era que ese hombre expulsado del hogar, que queda resentido, dolido, y con toda su bronca y su violencia, en el “mejor” de los casos para esa mujer, no regresaba, pero podía conseguir otra y trasladar sus problemas a su nueva pareja, quizás con mayor agresividad.

Siempre negociar

“Por eso aprendimos que con el hombre hay que negociar. Todos los días, en cada cosa, hay que negociar. Yo te hago la comida, pero vos dejame la plata. Antes yo cocinaba igual si él no me dejaba nada, entonces se acostumbraba. Ahora si no me deja ya sabe que tiene que comprar algo hecho para comer y volver a la casa, y no le gusta, así que al otro día se esfuerza y me deja plata suficiente”, relata Vicky, otra integrante de Revivir. l