VIDEO | Los frutos de aquella lejana Ciudad Satélite VIDEO | Los frutos de aquella lejana Ciudad Satélite
Especial. Alejado. Aislado.
Laberíntico. Progresista.
Solidario. Exclusivo.
Único.
Lo que comenzó como
una experiencia social
prácticamente inédita para
aquel entonces en Santiago
del Estero con cierta selectividad
para adjudicar las
flamantes casas y los deseables
departamentos de la
que nació como Ciudad Satélite,
con el paso del tiempo
se fue caracterizando y
luego consolidando como
una comunidad impulsora
de progreso en muchos aspectos.
A cuál más importante
uno que otro.
Desde sus orígenes todos
los santiagueños sabían
que vivir en aquella
mini ciudad era una especie
de privilegio y así se lo
vivía. Hasta llegaron a tener
una línea de colectivos,
la 12, diferente, con sus coquetos
y siempre bien mantenidos
coches pintados de
un naranja que parecía más
brillante que cualquier otro
naranja que se hubiera visto
hasta ese momento.
Ver bajar a decenas de
estudiantes erguidos, bellos
por la propia juventud
que destilaban, de miradas
inteligentes y con cierto dejo
de misterio, como quien
llega de un país exótico o
de tierras lejanas. Eran como
un verdadero ejército
de uniformes multicolores
moviéndose sincronizados,
luminosos.
Tener amistad con alguien
de la Ciudad Satélite
o tener primos allí era como
tener un pase exclusivo
de acceso.
Hasta que lo conocías. Y
te dabas cuenta que era un
barrio más. Normal. Como
el de cualquiera, excepto
porque éste tenía todo nuevo
y ostentaba un diseño
vanguardista que había que
vivir allí para no perderse o
tener un amigo como guía.
Todo este sentimiento
tenía sus fundamentos
en que efectivamente esta
Ciudad Satélite había sido
concebida con altos estándares.
El apelativo de Satélite
hacía referencia justamente
a algo más pequeño,
pero independiente
del conjunto. De hecho,
cuando se lo construyó estaba
emplazado en un lugar
bastante alejado del
centro de la ciudad. Y contaba
con todos los servicios,
de manera que era
posible obtener casi todo
lo necesario para vivir allí
sin mucha necesidad de
salir. Sus habitantes dieron
la talla con respecto a
lo que se esperaba de ellos
y pronto comenzaron con
una serie de iniciativas
que generaron cambios
importantes en los barrios
más cercanos.
Hoy lo conocemos como
el barrio Autonomía.
ésta es su gente y éstas,
sus historias.