Por el calor hay niños indigestados, con faringitis y deshidratación en la provincia

En los últimos días las consultas médicas de niños con cuadros estomacales, deshidratación y problemas en las vías respiratorias altas, se incrementaron considerablemente en la provincia, y según los especialistas, el aumento de casos es consecuencia de las altas temperaturas registradas en la provincia.

“En estos últimos días, recibimos muchas consultas por cuadros respiratorios ‘altos’, ya sea de faringitis, amigdalitis o anginas, producto del calor y el uso de los aires acondicionados, así como también las otitis por las piletas de natación. Todas estas enfermedades tienen relación directa con la necesidad de los niños de buscar alivio ante tanto calor”, expresó el Dr. ángel Muratore, médico pediatra.

Asimismo expresó que “desde el lunes, se ha incrementado el número de pacientes que llegan al consultorio con síntomas digestivos, como diarrea, vómitos, cólicos intensos, fiebre y en algunos casos, sobre todo los más pequeños, con signos de deshidratación, a causa de lo mencionado anteriormente. A ello se suma, en muchos casos, los desórdenes en la alimentación”.

Otro problema relacionado con los niños y las enfermedades intestinales, son las piletas.

“En muchos casos, las diarreas son causadas por la ingesta de agua de las piscinas, sobre todo en niños. Existen gérmenes que son resistentes al cloro y que pueden generar cuadros de gastroenteritis. En ocasiones puede desencadenar deshidratación”, explicó Muratore.

Asimismo enumeró las formas de evitarlo.

“Las principales medidas de prevención son: no ingresar a las piletas con cuadros de diarrea, evitar tragar agua de las piscinas, lavarse las manos luego de ir al baño y ducharse antes de nadar. Ante un cuadro digestivo como el descripto, consultar a un profesional médico”, recomendó el profesional.

En cuanto a las edades se supo que “los más chiquitos, entre dos y seis años, son los que lo sufren, no sólo porque podría ser el agua que consumen, sino las comida chatarra que ingieren, como hamburguesas, panchos, papas fritas, que les hace mal”.

Asimismo remarcaron que muchas veces, la imprudencia de los adultos afecta directamente en los niños.

“Los padres son los que les compran panchos, papas fritas, panchúquer, o sándwichs para los niños en la calle. Es preferible poner límites y no comprar todo lo que el niño quiere”.

Lo mismo pasa en las UPA

En las UPA la situación es similar.

Según indicó el personal médico de una Unidad Primera de Atención de la zona oeste, “los más chicos son los que vienen por dolores de panza, la mayoría tiene diarrea y empieza a deshidratarse, por lo que se aconseja a las madres que preparen comidas sanas”.