Alimentación sana, buena hidratación, descanso y tiempo para uno mismo, son las claves para la prevención

A modo de prevención, los expertos recomiendan seguir una dieta equilibrada dieta equilibrada saludable, que debe ser suficiente y variada, que aporte toda la energía, nutrientes y no nutrientes (como la fibra) que nuestro organismo necesita.

Parece algo básico y que todos conocemos, sin embargo, muchas personas en su día a día no consumen las raciones de frutas y hortalizas aconsejadas.

Hidratarse bien. Es común sentir fatiga o con dificultad para concentrarnos y mejorar tras beber un par de vasos de agua. Hay que tener en cuenta que cuando suben las temperaturas podemos estar perdiendo más agua de lo habitual a través del sudor. Si se siente fatiga, en lugar de tomar café o té o cualquier otro excitante, es recomendable beber agua, que ayudará a sentirse mejor de forma más saludable.

Evitar hábitos tóxicos. No fumar ni beber bebidas alcohólicas. Este es un consejo básico para tener un estilo de vida saludable, sin embargo, cuando nos sentimos cansados estos hábitos empeoran los síntomas.

Cuidar los horarios de sueño. Se aconseja tener el mejor descanso posible y dormir 8 horas diarias. Para ello se recomienda establecer una buena rutina para dormir.

Ocio y tiempo libre. Dedicar un tiempo a uno mismo, para hacer cosas que hagan disfrutar y sentirse bien.