Por qué ocurren las “fallas” en el organismo al entrenar: la importancia de los controles Por qué ocurren las “fallas” en el organismo al entrenar: la importancia de los controles
La muerte de una mujer en un gimnasio mientras se ejercitaba, volvió a encender la luz de alarma en la sociedad. Un paro cardiorrespiratorio habría sido el detonante del fatal final de un día de entrenamiento, pero los motivos por el cual se originó la "falla", aún se investigan.
En este contexto, y teniendo en cuenta que lamentablemente no es la primera vez que una situación similar ocurre en Santiago, el Dr. Luis Orellana, médico cardiólogo se refirió a las fallas del organismo en el contexto de la ejercitación y pidió a toda la comunidad a practicarse periódicamente exámenes clínicos de rutina, aún sin la solicitud por parte de la gerencia de los gimnasios, cuando se decide iniciar la actividad física regular.
También se refirió a la especial situación de los pacientes pos Covid-19 en el marco de la ejercitación.
"Cuando estos casos ocurren hay que ver si existe un antecedente familiar directo importante, si anteriormente la víctima transitó un cuadro infeccioso o inflamatorio, o bien si tuvo Covid-19 en los últimas semanas. Por todo ello, es muy importante que se pidan controles médicos en los gimnasios, sobre todo cuando los que harán actividad física tienen más de 35 años. Además hay que saber que la actividad física debe ser practicada en forma progresiva, y no exigirse de entrada", expresa el cardiólogo, como primera medida.
Estos controles evitarían muchísimas muertes, que tristemente hoy se lamentan. Vale indicar que ellos determinan el estado del cuerpo y la capacidad de enfrentarse a desafío rutinario.
"Generalmente los episodios de muerte súbita los dividimos de acuerdo a la edad de la gente: en mayores de 35 años ya se piensa que fue a causa de un problema arterial; mientras que en los menores de 35 años, en general se piensa que hubo una cardiopatía congénita, alguna alteración del músculo cardiaco que estaba desde el nacimiento.
Sin embargo en medicina
no es todo tan taxativo
ni exacto”, expresa el
Dr. Orellana al momento
de explicar los posibles escenarios
que llevan a una
muerte súbita.
Actividad pos Covid
Orellana puntualizó en
los pacientes que tuvieron
Covid-19 y desean retornar
a la actividad. En ellos,
el drama se agiganta, si el
regreso al entrenamiento
no se lo realiza bajo estricto
control.
“En las personas que tuvieron Covid-19, las inflamaciones
persisten y esto
puede desencadenar una
complicación de las arterias.
Ahora, en tiempo de
pandemia, ante cualquier
proceso infeccioso, es bueno
saber que el retorno a la
actividad física debe ser leve
en la primera etapa, porque
puede traer complicaciones.
Las secuelas pueden
aparecer o persistir incluso
mucho después, de 3
a 6 meses quizás".
La importancia de controles periódicos
Los controles determinarán siempre el estado del organismo ante la exposición a una nueva exigencia. Por ello, el especialista sostiene que "siempre es recomendable hacerse un chequeo médico, al menos una vez cada 3 años, en caso de no haber antecedentes o factores de riesgo. De lo contrario, más seguido. Es importante la realización de un examen clínico sobre todo cardiovascular, con un electrocardiograma, una radiografía de tórax, y laboratorio de rutina. Eso se recomienda como básico, en toda circunstancia, principalmente si lo que se pretende es iniciar una actividad física regular. Pero en caso de comenzar una actividad más intensa o competitiva, será necesaria la práctica de otros estudios", expresó el Dr. Orellana.
Las señales que el cuerpo manda ante una falla
Hay muchas formas de darse cuenta de que el cuerpo "empieza a fallar". El Dr. Luis Orellana pide saber reconocer los llamados de atención que realiza el cuerpo.
"Las principales señales de que estamos ante la presencia de una falla son las palpitaciones, la falta de aire en forma exagerada, alguna opresión o dolor en el pecho, el cuello, estómago o brazo. Tenemos que estar atentos a esos síntomas, ya que tratados a tiempo pueden salvar vidas", explica el cardiólogo.
Si eso sucede "hay que quedarse quieto, ver qué pasa con las molestias, si ceden o no. En general los problemas de arterias aparecen con el esfuerzo y calman con el reposo. Es una característica que tenemos que tener en cuenta. Apenas esto suceda hay que hacer la consulta médica".
Cuáles son las causas de la muerte súbita en personas que se entrenan: qué pasa en el cuerpo de la víctima
La causa última de la muerte súbita en el deporte es una arritmia cardiaca que se conoce como fibrilación ventricular, provocada por una patología cardiaca, y que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir.
La víctima de muerte súbita pierde en primer lugar el pulso, y en pocos segundos, el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos pues sólo 5 de cada 100 personas se recupera antes de llegar a un centro hospitalario.
Entre los deportistas mayores de 30 años, la enfermedad ateromatosa coronaria (EAC) (cardiopatía isquémica) es una causa frecuente de muerte súbita en relación con el ejercicio. Esta dolencia está relacionada con unas lesiones específicas en las paredes de las arterias que las van obstruyendo gradualmente, "y puede causar muerte súbita porque, ante una exigencia física mayor, no llega la suficiente sangre y oxígeno al músculo cardiaco".
Causas
Entre los deportistas menores de 30 años, dos son las causas principales de muerte súbita y suelen tener un origen hereditario. Por un lado, la miocardiopatía arritmogénica (MCA) del ventrículo derecho, en la que "el tejido muscular se
destruye y se va sustituyendo
por tejido adiposo, de forma
que, cuando se hace deporte
con intensidad, se generan
arritmias cardíacas que también
conlleva a muerte súbita”,
explican los especialistas. Por
otro lado, los estudios apuntan
a la miocardiopatía hipertrófica
(MCH) como causa de muerte
súbita en deportistas jóvenes.
Es una enfermedad del músculo
del corazón que se caracteriza
por el aumento del grosor de
sus paredes (hipertrofia), que
dificulta la salida de sangre del
corazón y fuerza al órgano a trabajar
con mayor intensidad para
bombear la sangre.