Post Covid: Anomalías en el líquido cefalorraquídeo generan niebla mental Post Covid: Anomalías en el líquido cefalorraquídeo generan niebla mental
padecen quienes soportaron
el coronavirus se relaciona
estrechamente
con anomalías en el líquido
cefalorraquídeo, similares
a las afecciones encontradas
en personas
con otras enfermedades
infecciosas, según un estudio.
El líquido cefalorraquídeo
es un fluido incoloro
que baña el encéfalo
y la médula espinal.
El trabajo, publicado
en la revista Annals of
Clinical and Translational
Neurology, fue realizado
por un grupo de investigadores
de la Universidad
de California en
San Francisco, Estados
Unidos.
Para el análisis se estudió
a 32 adultos que
habían contraído la enfermedad,
22 de ellos con
síntomas de déficit cognitivo
y 10 participantes
de control que no habían
presentado esa afección.
Los pacientes fueron
sometidos a entrevistas
cognitivas a fin de determinar
su grado de afectación
neurológica y se
analizó el líquido cefalorraquídeo
de 17 de ellos
que dieron su consentimiento
para la punción
lumbar.
Los resultados revelaron
que 10 de 13 participantes
con síntomas cognitivos
presentaban anomalías
en el líquido cefalorraquídeo.
Sin embargo, las cuatro
muestras de los participantes
sin síntomas
cognitivos fueron normales.
“Se manifiestan como
problemas para recordar
acontecimientos
recientes, recordar nombres
o palabras, mantener
la concentración y problemas
para retener y manipular
la información, así
como una velocidad de
procesamiento más lenta”,
explicó Joanna Hellmuth,
autora principal del
estudio.
El resultado del líquido
cefalorraquídeo reveló
niveles elevados de proteína,
lo que sugiere inflamación.
También se identificó
la presencia de anticuerpos
inesperados en la sangre
y el líquido cefalorraquídeo,
lo que implica una
respuesta inflamatoria
sistémica, o solamente en
el líquido cefalorraquídeo,
lo que sugiere inflamación
cerebral.
Todos los participantes
se sometieron a una serie
de pruebas cognitivas en
persona con un neuropsicólogo,
aplicando criterios
equivalentes a los utilizados
para el trastorno
neurocognitivo asociado
al VIH.
Con este método, los
investigadores descubrieron
que el 59 % (13 de los
22 participantes) con síntomas
cognitivos cumplían
los criterios de este
trastorno, en comparación
con siete de los 10
participantes de control
(el 70 %).
Por otro lado, los científicos
también descubrieron
en los participantes
con síntomas cognitivos,
distintos posibles factores
de riesgo como la diabetes
y la hipertensión, y antecedentes
de trastornos de
ansiedad como la depresión,
el consumo excesivo
de alcohol o de estimulantes
y problemas de aprendizaje.