Especialista asegura que con el frío se agudizan los trastornos emocionales estacionales

El intenso frío que se adelantó esta temporada, puede generar problemas de salud, no sólo relacionados a las afecciones respiratorias, sino también a los emocionales. Muchas personas se sienten afectadas y les cuesta activarse por las mañanas y preferir el encierro. En ciertos momentos, esas actitudes pueden afectar la salud, y caer en los trastornos estacionales, como la que los especialistas denominan depresión de invierno.

La licenciada en psicología Emily Azar sostuvo que "cada vez son mayores los estudios que analizan los efectos que tiene sobre todo la incidencia de la luz solar en distintas partes del cuerpo y cómo esto irá afectando el humor".

"La luz que recibimos de día no es la misma que recibimos a la noche, y tampoco la luz del invierno que la de verano. Pero no se trata de, sol alegría y oscuridad tristeza, sino el efecto fisiológico que puede incidir en el funcionamiento hormonal y el efecto neurotransmisor", explicó.

Indicó que, la relación que hay cuando sucede este trastorno que se llama depresión invernal o trastorno estacional, asociado al otoño e invierno, tiene que ver con eso del tipo de luz.

"Nosotros tenemos un ritmo circadiano (reloj biológico que hace que las funciones se activen durante el día y nos lleva a querer estar en alerta, y que a la noche nos llame al descanso), que lo que hace es regular a través de la luz las cuestiones hormonales, de concentración y las afectivas. La influencia de la luz, con todas las consecuencias que produce a nivel fisiológico, es lo que va a afectar en el ánimo", ilustró.

La licenciada Azar comentó que otro de los aspectos que inciden para este tipo de trastornos propios de esta estación del año, es la vitamina D. "No porque el sol de vitamina D, sino porque los rayos activan ciertos precursores que va a producir efectos en el sistema nervioso central, que es el que regula la dopamina, la adrenalina que influyen el estado de ánimo".

"Esto no es igual en todos, hay mucha variabilidad en cuanto a la respuesta de cada uno, pero es muy importante ver las reacciones. Los cambios de estado de ánimo comienzan a darse a partir de que empiezan los días más cortos en el invierno, eso produce, por ejemplo, que al ser las mañanas más oscuras cueste levantarse, se tienda más a estar en la cama, se tenga menos ganas de salir, o sienta que está con baja energía. Cuando eso se da, estamos comenzando a hablar de trastornos emocionales estacionales, que se agudiza cuando más baja es la temperatura”, cerró.