Jugar al Solitario mejora las habilidades y función cognitiva

Además de brindar entretenimiento y aportar valor a los momentos de ocio a solas, las distintas versiones del Solitario, ofrece ventajas a nivel cerebral, mejora la función cognitiva y promueve el bienestar mental en general.

Indistintamente de escoger el solitario clásico o cualquiera de sus variantes, las mecánicas están diseñadas para potenciar la memoria y capacidad de retención. Aunque no se trata de un efecto inmediato, la práctica constante sirve de entrenamiento inconsciente del cerebro y optimiza sus funciones.

El jugador desarrolla paulatinamente la habilidad de memorizar los palos, colores y números de las cartas repartidas; de hecho, en algunas versiones, consiguen recordar el orden y/o secuencias.

Habilidad estratega

De la misma forma que sucede en el popular juego Carta blanca la planificación y análisis sustentan las bases del juego. El jugador no solo tiene que calcular las cartas restantes sino evaluar los posibles resultados de cada jugada.

Conociendo los palos, números y posición de las cartas resulta más sencillo planificar el próximo movimiento. Conforme completa más partidas, el jugador es capaz detectar con agilidad las secuencias que conducen a la victoria, aspecto que mejora sus habilidades estratégicas e impide actuar basados en los impulsos.

Auto desafío

A pesar de ser una actividad lúdica, los juegos Solitario contribuyen a la optimización de las destrezas mentales. En función del escenario al que se enfrentan, los jugadores consiguen idear un plan que garantice el éxito.

La ausencia de un adversario no resta mérito al juego, todo lo contrario, el desafío es consigo mismo, el objetivo siempre será auto superarse sea ganado más partidas o mejorando las puntuaciones alcanzadas.

En principio, los jugadores acostumbran a mover las cartas con rapidez, incrementando las probabilidades de perder ante la ausencia de una estrategia. La práctica, permite identificar la oportunidad perfecta para mover las cartas. En palabras más simples, son capaces de esperar pacientes la recompensa.

Rapidez de pensamiento y toma de decisiones

Jugar frecuentemente Solitario o Carta blanca desarrolla el pensamiento estratega y optimiza la memoria, aspectos que suponen la capacidad de decidir en función de cada movimiento de manera rápida y certera. Poco a poco, los jugadores no solo completan las partidas con mayor facilidad, sino en menor tiempo.

Adicional a las mejoras a nivel cognitivo, este tipo de juegos inciden de forma directa en el bienestar mental. Su naturaleza, aporta efectos relajantes que alivian el estrés. Es común que los jugadores experimenten un ligero estado meditativo, aun cuando la mente se encuentra activa.

Fomentan la calma y la relajación

El estado de calma y la posibilidad de relajar las tensiones son el resultado del grado de concentración que requieren las partidas. Es así que, jugar antes de irse a dormir facilita el descanso.

De acuerdo al estudio de Sun, Yao, Wei y Yu (2015) acerca de los comportamiento y neuroimagen, los estados meditativos y de tranquilidad inciden en la capacidad de relacionarse con el entorno, en la toma de decisiones y el desarrollo de la rutina, sin apartar la oportunidad de experimentar momentos de autorreflexión.