Eduardo Paes, Alcalde de Río: "El Papa Francisco no tiene la culpa de la corrupción o la subida del transporte"

¿Qué importancia tiene, para su ciudad, la realización de la JMJ y el Papa presente?

Es un momento muy especial para la ciudad. Tener al papa Francisco una semana en Río de Janeiro es un hecho de fundamental importancia para mi país, que tiene una superficie de 8.514.215 kilómetros cuadrados y una población de 195.041.000 habitantes de los que 164.780.000 son católicos: el 84,48 % de la población. Las calles de Río están llenas de jóvenes. Todo esto es una gran alegría.

¿Cómo se ha preparado la ciudad para recibir a dos millones de jóvenes, como se estiman que estarán durante el tiempo que se desarrolle la JMJ?

Hay una cosa natural de Río, que es una ciudad muy abierta y segura. Hemos tomado los recaudos y ya estamos listos para recibir al papa Francisco. Así como para la Jornada Mundial de la Juventud hemos arbitrado los medios de seguridad, también lo estamos haciendo para el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.

¿Lo toma usted como una prueba para la seguridad de Río de Janeiro?

Claro que sí. Pero, de todos modos, no tenemos miedo de que vaya a suceder algo. La seguridad es, siempre, nuestra principal preocupación. Todo Brasil es un país seguro. No hay nada para temer. Brasil tiene todas las condiciones para recibir la visita del papa Francisco.

En ese sentido, ¿cómo afrontan las movilizaciones de los indignados de Brasil?

Brasil es una democracia y puede hablar cualquiera. Estoy seguro de que nada pasará durante la presencia del papa Francisco, porque el papa Francisco no tiene culpa de la corrupción o de la subida de los transportes públicos. él no tiene relación directa con los gobernantes brasileños. Si alguien quiere quejarse de cosas que tienen que ver con el alcalde, con el gobernador (Sergio Cabral), con la presidenta de la República (Dilma Rousseff) o con el Parlamento, no me parece que el papa Francisco sea la persona más apropiada para escuchar esa manifestación.