El desconsuelo sin fin de la madre y el padrastro

¡§Marito sonaba con trabajar de hachero. Comprarle alimentos a sus pajaritos. Le gustaba mucho el guiso de fideo. Fanatico de River¡¨. Gladys Ramos y su pareja, Jorge Concha, aun no reaccionan. La vida acaba de superarlos como un rayo por sus retinas. Y les llevo lo mas preciado. ¡§El jugaba mucho. Dibujaba a Goku. Despues lo vendia por un pesito. Con esa platita, compraba alimentos para sus pajaritos¡¨, recuerdan su madre y el padrastro. ¡§Tambien cuando volvia de la represa, metia los pescaditos en el tacho. Esos eran sus juegos. Era solitario mi hijo¡¨. ¡§Le ensenamos que no debia acercarse, ni hablar con grandes. Solo andaba con chiquitos de su edad¡¨, acotan. Requeridos si tienen alguna teoria de lo que pudo suceder con el nino, la respuesta es: ¡§No¡¨. Amplia la mujer: ¡§Estamos solos y seguimos esperando¡¨. Aun asi, Jorge destaca: ¡§Ese dia, 31 de mayo, estaba trabajando. El paso cerca de mi silbandome, y levantando su manito. Me saludo y grito chau Jorgeeeee¡¨. Para su padrastro no era nada atipico. Hoy, con el adios del nino, sopesa una sensacion de indescriptible dolor. ƒÜ