Argentina obtuvo un dramático triunfo

El seleccionado argentino de básquetbol superó anoche a su par de Lituania, que será rival en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, por 86-85, luego de dos tiempos suplementarios, en ensayo de preparación disputado en el estadio de Tecnópolis, colmado por 10.000 espectadores.

El conjunto argentino obtuvo un ajustado triunfo, que le sirvió para adjudicarse la Copa Tres Naciones, por intermedio de una canasta clave alcanzada por Facundo Campazzo, uno de los goleadores del equipo de Sergio Hernández (el otro fue el capitán Luis Scola), ambos con 16 tantos.

El equipo ayer vestido con camiseta dorada continuará la etapa de preparación con un cuadrangular que se jugará desde mañana en el Superdomo Orfeo de Córdoba. Los adversarios serán Croacia (viernes), Serbia (sábado) y Francia (lunes).

Argentina arrancó con furia y con dos triples consecutivos de ‘Manu’ Ginóbili se adelantó 6-0, en apenas 1 minuto 43 segundos. Pero el desarrollo del partido se tornó enredado y Argentina se fue arriba al primer descanso por 10-7.

El partido friccionado y con poco ritmo favorecía la estrategia del quinteto local, aunque una pequeña racha 5-0 le dio una luz a Lituania (16-20) casi al promediar el parcial. El combinado visitante ganó el primer tiempo (30-26)

En la reanudación, el equipo local metió una ráfaga 8-2 para recuperar la delantera (34-32), en poco menos de tres minutos.

Aunque Lituania lució mejor imagen en el cierre y, con un sprint 10-5, reaccionó para mantener la diferencia (45-48), al finalizar el tercer cuarto.

En el último se mantuvo la paridad y Lituania pudo ganarlo, pero el triple de Jatovkas fue considerado fuera de tiempo y entonces, el 68-68 forzó la prórroga. Argentina defendió con intensidad (4 robos) pero el apuro en resoluciones lo dejó abajo 77-78, a falta de 12s. 7/10. Scola acertó un libre y falló el otro, por lo que hubo otra prórroga. La salida del capitán (5 faltas) complicó al local, pero una picardía de Campazzo le permitió disponer de la última bola, a 9 segundos, que él mismo definió para decretar la victoria. l