Mujer apuñalada en el barrio Belén: "Me decía, te mato, me mato y aquí se termina todo" Mujer apuñalada en el barrio Belén: "Me decía, te mato, me mato y aquí se termina todo"
"¡Mientras me pegaba piñas en la cabeza, me decía: ‘Te mato, me mato yo. Y aquí se termina todo’".
Cinthia Lorena Aguirre fue asistida por el Cuerpo Médico Forense, horas después de protagonizar un escándalo en el B° Belén con su ex pareja, Rubén Darío Bulacio, a quien acusó de apuñalarla y de violar dos restricciones judiciales.
En diálogo con EL LIBERAL, la mujer relató: "Tengo varias denuncias en su contra. Y ya varias veces quiso matarme. Una noche hizo tiros en casa. Anoche (por el domingo) llegó en la moto a casa. Se metió en la pieza con la bebé y me dijo: ‘Venite a despedir de tu hija’".
Furia y filo
Ahondó Aguirre: "Le dije que se calmara, que charláramos. Como pude, le saqué la bebé. él empezó a pegarme piñas en todo el cuerpo y en la cabeza. Sacó un cuchillo y empezó a hincarme. Lo mordí y le quité el cuchillo. Me gritaba que me mataría; se mataría él y terminaría todo".
Añadió que a pesar del escándalo y la agresión, logró huir de Bulacio y después se trasladó a la Comisaría del Menor y la Mujer.
Requerida sobre cómo era la relación, antes de la ruptura, dijo: "él es muy celoso. Cuando me veía regando afuera, me agarraba de los pelos y me metía a la casa. Es adicto a todo. Cada vez que lo denuncio y lo hago sacar con la policía, vuelve más loco todavía".
Nueva novia
Subrayó: "Es más, días atrás se metió en la casa con su nueva novia. Con mis tres hijos debía estar encerrada en la pieza; hasta debía pedir permiso para ir al baño".
Consultada sobre cuál es el teórico propósito del hombre, Aguirre juzgó: "La casa está a nombre de los dos, porque estamos casados. Quiere correrme. ¿Dónde voy a ir con tres hijos? él es discapacitado de una pierna y se vale de eso. Me dijo que en vez de una comisaría, van a internarlo en una clínica psiquiátrica", destacó la mujer.
"Voy a terminar muerta"
"Yo voy a terminar muerta. Si no es él, su entorno lo va a hacer. Noches atrás, uno llegó y me dijo: ‘Voy a terminar el trabajo que empezó el otro’, agregó.
"Vivo encerrada. Salgo a hacer las compras y cierro la puerta. Prefiero que los amiguitos de mis hijos vengan a casa y no que los míos vayan a las suyas", dijo.
"Hasta llegué a pedirle a mis amigos que de día estén en casa, mientras duermo; ya que vivo con los ojos abiertos de noche. Con miedo hasta de que me prendan fuego", enfatizó.