Lectura Lectura
años le dice contento a la
abuela: “Yo sé escribir.
¡Qué bueno A ver, mostráme”.
El nene toma una
hoja de papel y traza algunos
garabatos con absoluta
seguridad. “¿Viste,
abue?. ¡Pero qué lindo
que escribiste! Ahora
quiero que leas lo que escribiste.
No, abue: yo sé
escribir. Yo no sé leer...”.
El angelito tenía razón:
sólo le había dicho que sabía
escribir. Una vez más
se confirma aquello de
que lenguaje no es solamente
lo que uno dice, sino
también lo que el otro
entiende.
De todos modos, el hecho
mismo de que el pequeño
jugara a escribir,
ya es un dato importante.
Porque, por supuesto,
a esa edad casi todo
se expresa como juego.
Está viviendo la bien llamada
etapa lúdica. Debe
aprender a disfrutarla
al máximo. Con el tiempo
irá aprendiendo que la vida
no es un juego, aunque
en ella también se juegue.
A veces me permito
realizar algún sondeo entre
chicas y chicos de jardín.
¿Qué es lo que más
te gusta del jardín? Suele
haber un silencio pensativo.
¿Jugar? La respuesta
es siempre un sí. ¿Y dibujar?
Sí. ¿Y pintar? Sí. No
por nada el jardín de infantes
es el mejor organizado
de todos los ciclos.
Sobre el tema de la lectura
quisiera compartir
un texto de René Trossero
que se encuentra en su librito
que recomiendo ‘La
alegría de convivir amando’:
“Como educar es enseñar
a convivir amando, es
explicable que en los primeros
pasos escolares te
enseñaran a escribir y a
leer. Porque escritura y
lectura son dos caras de
una misma moneda, o de
una misma realidad: la
comunicación con el otro.
Cuando lees te relacionas,
te comunicas con el otro,
con quien escribió esas
páginas, para compartir
con él su pensamiento”.
“Cuando lees escuchas,
recibes un mensaje,
convives, compartes tu vida
con tu prójimo. ¡Como
ahora lo haces conmigo!
Lo importante es que tu
lectura sea libre, creativa,
que no sólo leas para retener
lo que piensa el otro,
sino para alentar tu capacidad
personal de pensar
tú mismo. Así como
los alimentos que ingieres
desaparecen para que tú
tengas tu cuerpo, así debe
suceder con lo leído para
que tú tengas tu propio
pensamiento y tus propias
convicciones”.