Fuentes: "Claro que entiendo la impaciencia de la gente"

Central Córdoba sumó el viernes por la noche su segundo partido consecutivo sin ganar y sin marcar goles en el estadio Alfredo Terrera. Fueron dos empates en blanco, ante Instituto y ante San Martín, que dejaron al equipo de Marcelo Fuentes otra vez bastante complicado con el tema de los promedios (agravado por la derrota sufrida en el medio de ambos partidos ante Chacarita).

Pero si ante Instituto la gente se mostró tolerante (esa noche hubo más sabor a desilusión por no haber llegado a la punta que por no salir de la zona roja), el último viernes pareció perder la paciencia.

Y el destinatario de varios insultos que partieron de la platea baja fue el entrenador, quien dijo entender la impaciencia de la gente, pero aclaró que es producto de las campañas anteriores y defendió su gestión al frente del equipo.

"Claro que entiendo la impaciencia de la gente. Se entiende porque es como un partido de Copa Libertadores cuando vos tenes que meter dos goles para clasificar. La angustia que hay aquí la entiendo porque ya la he vivido en otros años de profesión. Tiene que ver con los años anteriores y no por éste, porque la campaña en sumatoria de puntos no es mala, pero no podemos sacar todavía al equipo de la zona roja", manifestó el DT.

"El hincha autóctono viene sufriendo año tras año y yo lo entiendo. Pero tengo que tratar de tomar las mejores decisiones posibles porque quizás, a veces, los diagnósticos hacen que, si yo tomo excesivos riesgos, podamos perder el punto que hoy lo podemos multiplicar si después podemos sumar de a tres", agregó a modo de justificación para aquellos hinchas que le recriminan mayor "audacia", sobre todo a la hora de hacer los cambios.

Y el cambio que más le recriminó la gente fue la salida de Leo Sequeira cuando ingresó Pablo Vilchez. Pero el DT dio su explicación: "Quizás se quedó más cerrada la defensa, por eso intenté, en vez de cambiar 9 por 9, de poner dos pívots adentro. Porque el paraguayo (Vera Oviedo) estaba tirando buenos centros y lo habíamos abierto a Becerra en el lugar de Minadevino para que no le quede la cancha cambiada a López. La idea era que la pelota al área cayera por él y con dos pívots adentro".

Y sobre la salida de Minadevino, apenas iniciado el segundo tiempo, contó: "Martín estaba con el aductor cargado, le había dicho al kinesiólogo pero quisimos probar. Y justo fue el aductor derecho que le queda en esa pelota para patear. Y a mí me queda lejos, pero me avisa ‘Kily’ (Vega). Siempre que podemos tratamos de tenerlo a Martín en cancha porque es un volante con gol, pero por ahí corríamos el riesgo de que se rompa".

Falencia

Consultado sobre por qué le cuesta tanto vulnerar a un rival que se mete atrás, como le pasó con Instituto y también con San Martín, el entrenador le atribuyó a que está faltando "abrir los partidos" y lo relacionó con el "respeto" que se ganó la localía de su equipo.

"Primero, el jugador se tiene que sentir importante porque ha conseguido que respeten la localía. Y después tengo los minutos de las acciones de gol. Trabajamos las pelotas paradas que les entró en el primer tiempo. La primera fue nuestra de Leo Sequeira, otra pelota parada pegamos en el palo y la última de ‘Chucho’ (Becerra). Yo contabilicé cuatro como opciones de gol claras. Y no contabilicé tantas de San Martín. En lo que hay que pegar un salto de calidad es en tratar de abrir el partido. Y nos está costando eso", reconoció.

"Para mí tiene que ver con que están respetando a Central Córdoba y con que con las opciones que generamos, no lo abrimos. El tema es poder estar lo más serenos posible para meter el gol y abrir los partidos, hoy nos está pasando contrariamente a lo que nos pasó con Chicago, que en 18 minutos habíamos liquidado el juego", agregó.

Fuentes no cree que esa falta de serenidad para meter el gol esté relacionada con la angustia de la gente. Y volvió a hacer hincapié en lo anterior. "No, yo creo que sí hay que dar un salto de calidad en poder abrirlo al partido. El lateral por derecha (Catalán) es un wing por derecha en la cancha de San Martín. Aquí no pasó al ataque. ése es el respeto que nos ganamos. Porque lo de Chicago marcó un antes y un después, un equipo que vino a jugar abierto y se vio que a los 18 minutos perdía 3 a 0. Pero no es un problema mío porque lo explico, es un problema mío para solucionar. Pero el tema es el primer gol, porque ahí cambia el partido. Está faltando abrir el partido, no convertir todas las que erramos. Quizás la sucesión, al no convertir, puede generar algún tipo de ansiedad pero hay que tratar de suplirlo siendo lo más inteligente posible y trabajando lo más que se pueda en eso", concluyó.