La fe inquebrantable de los santiagueños se hizo sentir en el Día de la Divina Misericordia

El estremecedor sonido de las campanas marcó el inicio de la hora de la Divina Misericordia, ayer, cuando el reloj daba las 15, en la parroquia Santo Cristo del barrio Mosconi, hacia donde cientos de personas, con su espíritu esperanzador, llegaron para vivir la celebración tradicional, que fue presidida por el párroco Alejandro Gordillo y concelebrada por el padre Carlos Carabajal.

Con significativas expresiones de fe y entrega a la gracia de Dios, la comunidad santiagueña vivió esta celebración religiosa, que comenzó con rezo de la coronilla cantada, y siguió con la adoración y exposición del Santísimo Sacramento, a cargo del padre Caabajal.

Las conmovedoras muestras de entrega al Señor escenificaron una de las jornadas religiosas más significativas de la Iglesia. Durante la misma, que duró alrededor de dos horas, se pudo ver a los devotos con rosarios en mano, de rodillas, emocionados hasta las lágrimas, cantándole al Señor con fervor y entregados a la Divina Misericordia.

Antes del inicio del rezo de la Coronilla, el padre Gordillo explicó a la grey católica que "la coronilla es una tradición propia de los devotos de la Divina Misericordia, a donde se le pide que en virtud de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y en virtud de su sangre y llagas, nosotros encontremos el consuelo del cielo, la paz y el perdón. Recordemos que la palabra Misericordia proviene de míseri cordes; míseri, que muchas veces se traduce por miseria, nuestras miserias, y cordes, del corazón. Entonces, Dios, desde su corazón amoroso tiene compasión de nuestras miserias humanas. Además recordemos que Jesucristo es verdadero Dios y hombre, por eso se compadece de nosotros. él pasó haciendo el bien, sanando a los enfermos, y expulsando a los demonios. Entonces, nosotros por eso es que rezamos la coronilla, a las 3 de la tarde, porque es la hora de la muerte de nuestro Señor Jesucristo".

Más adelante, durante la celebración, el padre Gordillo brindó un sentido mensaje a la comunidad santiagueña que, sumergida en la fe, vivió con gran entusiasmo la homilía.

"Ante todo, hay que tener en claro que Dios es amor, que debemos experimentar ese amor, que es muy importante que nosotros, como nos enseña la iglesia en la Liturgia, por el poder de su resurrección del Señor, podemos experimentar el amor de Dios. No se trata solo de religión o de tener conceptos o dogmas grabados. Se trata de todo un encuentro personal con un Dios vivo, y ese Dios revelado por Jesucristo, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo", expresó el párroco de la Santo Cristo, durante su mensaje a la comunidad, que atenta seguía sus Palabras.

Devoción

Asimismo, el párroco realizó un análisis sobre la búsqueda de la grey católica en la participación de esta celebración especial.

"La gente, con sus necesidades y problemas, asiste hoy a fechas clave de la iglesia. Son fechas que llevan a la feligresía católica a moverse, pero indudablemente que las personas saben que se si acompaña con rogativa por sus necesidades, por sus enfermos, pero ante todo, hénides del amor, todo es más fácil. La gente acude a la iglesia sin importarle la hora ni el lugar, porque lo que quiere es tener la experiencia de Dios", remarcó Alejandro Gordillo.

Y cerró: "La gente quiere experiencia de Dios, no tanto seguir un dogmatismo vacío sino vivenciar al Dios vivo, vivenciar al hijo de Dios que es Jesucristo. Sostengo que muchas veces nosotros nos hemos quedado en preceptos y dogmas, pero muchas veces nos falta la parte vivencial. Con todas las cosas lindas que hoy nos ofrece la Iglesia, nos falta hacer algo a nosotros, nos falta la conversión, que cambiemos de vida, tener experiencia de Dios. él quiere que amemos, que lo amemos bien a él. Y si amamos bien a Dios, vamos a amar bien a los demás".