Evangelio según San Mateo 13,54-58. Evangelio según San Mateo 13,54-58.
a enseñar a la gente en la sinagoga,
de tal manera que todos
estaban maravillados.
“¿De dónde le viene, decían,
esta sabiduría y ese poder de
hacer milagros? ¿No es éste el
hijo del carpintero? ¿Su madre
no es la que llaman María? ¿Y
no son hermanos suyos Santiago,
José, Simón y Judas?
¿Y acaso no viven entre nosotros
todas sus hermanas? ¿De
dónde le vendrá todo esto?”.
Y Jesús era para ellos un
motivo de tropiezo. Entonces
les dijo: “Un profeta es despreciado
solamente en su pueblo y
en su familia”. Y no hizo allí muchos
milagros, a causa de la
falta de fe de esa gente.
Comentario
La comunión de vida entre
José y Jesús nos conduce
a considerar el misterio de
la encarnación bajo el aspecto
de la humanidad de Cristo, instrumento
eficaz de la divinidad
para la santificación de la humanidad.
“En virtud de la divinidad,
las acciones humanas de Cristo
han sido salvíficas para nosotros,
produciendo en nosotros
la gracia, tanto en virtud de
los méritos como por una cierta
eficacia”. (S. Tomás de Aquino)
Entre estas acciones, los
evangelistas realzan aquellas
que tienen que ver con el misterio
pascual, sin dejar de subrayar
la importancia del contacto
físico con Jesús... El testimonio
apostólico no ha dejado
de describir el nacimiento
de Jesús, la circuncisión, la
presentación en el templo, la
huida a Egipto y la vida oculta
en Nazaret.
Lo hicieron a causa del
misterio de gracia contenido
en estos gestos, todos salvíficos,
porque participan de la
misma fuente de amor: la divinidad
de Cristo. Si este amor,
por su humanidad, irradia sobre
todo el género humano,
los primeros beneficiarios
eran aquellos, evidentemente,
que la voluntad de Dios había
llamado a su intimidad más
estrecha: María, su madre,
José, su padre putativo. ?