Pedirían investigar la historia clínica de una de las dos hermanitas asesinadas

La Justicia instaría a la fiscalía de turno a motorizar una investigación para determinar responsabilidades si las hubiera, en el trabajo de los médicos que asistieron a una de las dos niñas muertas, cuyo fallecimiento es endilgado a su madre, Celsa Sández.

Ello se deslizó en la audiencia, en alusión a algunos médicos que recibieron a Damaris, de 18 meses, previo a dejar de existir en junio del 2014.

Siempre en función a la causa, preocuparía a las autoridades judiciales que los médicos no advirtieran signos de violencia en la víctima.

La otra hermanita, Camila, falleció en el mismo mes, pero con una diferencia de 15 días.

En la víspera, declaró el padre de las víctimas: Pablo Calegari. A lo largo de casi dos horas, el hombre señaló que Sández "era celosa y descuidada"; y relató que en algunas ocasiones, incurrió "en malos tratos" a las niñas.

Cero denuncia

En cuanto al horror, manifestó: "No le creí ante la muerte de mi primera hija". Pero no logró explicar por qué nunca efectuó denuncia alguna.

"Me dio tres versiones, pero no le creí ninguna", insistió.

Dos de aquellas explicaciones habrían sido: "Se golpeó con el ventilador y cayó de la cama...", dijo Calegari.

En función al relato del padre, para los investigadores siempre se mantuvo distante de las hijas y reflejó mínimo compromiso.

"Va a declarar"

Por otra parte, uno de los abogados de Sández adelantó ayer: "Nuestra cliente va a declarar cuando lo hagan todos los testigos". Así lo subrayó la doctora María Cecilia Pinto, al dejar en claro que Sández dirá su verdad ante el tribunal.

La situación de la mujer asoma muy compleja: doble homicidio agravado por el vínculo depara en su horizonte una posible condena a prisión perpetua; la vía intermedia con la absolución, es el homicidio preterintencional.