Síndrome de Münchausen y Trastorno Facticio por Poderes

neuropsicológicos suelen distinguirse de aquellos en los que

predominan los síntomas físicos, también denominadosSíndrome

de Münchausen. El aspecto esencial es destacar la capacidad del paciente

para presentar síntomas físicos que les permiten conseguir

que sean admitidos en el hospital y durante períodos prolongados en

estancias hospitalarias.

Para apoyar su historia, el enfermo finge o se provoca una serie de

síntomas muy variables, que pueden incluir hematomas, hemoptisis

(expulsión de sangre por la boca procedente de las vías respiratorias),

hipoglucemias, náuseas, vómitos, dolores abdominales, fiebre

o episodios de síntomas neurológicos y neuropsicológicos como mareos

o convulsiones.

Otras de las estrategias que suelen realizar es manipular pruebas

de laboratorio, por ejemplo, contaminar la orina que va a ser sometida

a análisis, con sangre o con heces; por otro lado, puede ingerir anticoagulantes,

insulina u otros fármacos para falsificar los registros

médicos e indicar una enfermedad induciendo un resultado de laboratorio

anormal.

Suelen ser pacientes que se enfrentan constantemente a las opiniones

de los otros sobre la falsedad de las declaraciones sobre enfermedades

que suelen mantener, sobre todo cuando se pone en duda

alguna de sus quejas. Además, cuando creen que van a ser descubiertos,

abandonan el hospital en el que están internados.

Sin embargo, ahí no acaba el ciclo, sino que rápidamente acuden

a otro hospital. Es curioso que muchos de ellos presenten síntomas

diferentes cada vez que acuden al hospital para ser internados.

Según Asher en 1951, se describieron tres tipos clínicos diferentes:

a) Tipo abdominal agudo: puede tratarse de la forma más frecuente.

Se trata de aquellos con antecedente de múltiples laparotomías

(cirugías que se realizan con el objetivo de abrir el abdomen de

las personas para explorar y examinar los problemas existentes), en

las que el sujeto, conscientemente, ingiere objetos y solicita intervenciones

quirúrgicas para retirarlos.

b) Tipo hemorrágico: se trata de aquellos pacientes que presentan

hemorragias episódicas por varios orificios, a veces utilizan sangre

de animales o bien consumen anticoagulantes.

c) Tipo neurológico: los sujetos presentan ataques, desmayos, dolores

de cabeza graves, anestesias o síntomas cerebrales.

A estos tipos originales se pueden agregar otros cuadros dermatológicos,

cardiológicos o respiratorios. l