Prueba genética podría ser clave para esclarecer un crimen

Alejandro "Piru" Mansilla fue sometido a un hisopado bucal que puede ser determinante para su futuro. El joven está acusado de haber asesinado a su hermano, pese a que habría tratado de simular su suicidio. La pericia genética podría constituirse en una prueba casi irrefutable para los investigadores.

"Piru", (24), fue detenido a finales de agosto, después de que la investigación por la muerte de su hermano, Alberto Agustín Mansilla, (24), diera un giro inesperado. Lo que se había iniciado como un supuesto suicidio se convirtió en un crimen.

El jueves se produjo la audiencia en el Centro Judicial de Añatuya, donde la fiscal del caso Dra. Cecilia Rímini solicitó la prórroga de la detención para el joven por 15 días más. La defensa del sospechoso se opuso al plazo, pero la jueza de Control y Garantías, Dra. María Teresa Gerez, hizo lugar a lo requerido por la representante del Ministerio Público.

Durante ese plazo, la Fiscalía debe concluir las medidas probatorias que restan en la causa, por ello ayer "Piru" fue trasladado hasta ciudad Capital, oportunidad en la que se le practicó un hisopado bucal para obtener su patrón genético y compararlo con ADN tomado de muestras en prendas de vestir y en la escena del crimen.

El caso

El pasado 23 de agosto un oficial de Justicia de Ceres, Santa Fe, concurrió para notificar una medida judicial a la víctima en su casa del paraje Los Porongos, departamento Rivadavia, y se encontró con la trágica escena.

Alberto Agustín Mansilla estaba tendido en el suelo, en un charco de sangre. Presentaba una herida de arma de fuego en la parte posterior de su cabeza; una escopeta calibre 16 estaba a dos o tres metros de su cuerpo, fuera de la vivienda. Cuando llegó la Policía también encontró una nota que decía "Me voy", lo que hizo pensar en un primer momento que se había tratado de un suicidio.

Sin embargo, las presunciones comenzaron a desvanecerse cuando el médico de Policía advirtió algunos aspectos dudosos, por lo que recomendó la autopsia, medida dispuesta por la fiscal Rímini.

El forense determinó que el disparo había sido realizado desde atrás, mecánicamente imposible para la víctima, y que éste no presentaba restos de pólvora en sus manos, lo que denotaba que no había sido Alberto Mansilla el que había accionado la escopeta.

Sospechas

Las miradas apuntaron a "Piru", el cual se había trasladado hasta Ceres, a la casa de su padrastro, donde dejó ropa para lavar. Justamente luego se secuestraron esas prendas y estaban manchadas con sangre.

La carta que decía "Me voy", resultó ser de la que era esposa de la víctima, la cual el día anterior al crimen se había trasladado a la vecina provincia, supuestamente escapando de los hechos de violencia de género.

Posteriormente se descubrió que "Piru" y la pareja de la víctima mantenían una relación sentimental clandestina hace años. En ello se basa la principal hipótesis de la Fiscalía y los investigadores, como el posible móvil del asesinato.

Cabe señalar que en su declaración de imputado, el acusado negó haber ultimado a su hermano y también negó la relación con su cuñada.