"Abro la garrafa y volamos todos aquí", bramó al atrincherarse en casa de suegros

Gómez se instaló en la casa de los suegros y dejó a todos perplejos y atemorizados. Como García no le entregaba el dinero, arrancó la manguera y abrió el gas. "Abro la garrafa y volamos todos aquí", gritó. La concubina intuía que su pareja no bromeaba así que ni siquiera respiraba. Al asimilar que ni con ello lograría torcer la voluntad de la joven, Gómez fue a una habitación y rompió todo cuanto encontró en pie. Después de varios minutos, descubrió debajo de un colchón los $8.000. Recién entonces pudo calmarse. Le robó las zapatillas rosas a García; corrió, trepó a los techos y alcanzó la preciada calle. Para entonces, la policía ya estaba interiorizada de los escándalos de Gómez. Varios efectivos lo persiguieron y le aguaron la fiesta. Hoy está preso en una comisaría por "robo, lesiones y amenazas calificadas". Ayer, la Justicia le prolongó el encierro al menos dos semanas más. Hasta entonces, los funcionarios trabajarán también para establecer el día después a su eventual excarcelación. Aunque asoma distante, cuando ésta se produzca nadie quiere exponer a los 5 niños a un nuevo peligro en manos de su propio padre.