CONTRACARA

"Cascio reveló que no estaba enojado con Bravo", señaló el perito de parte

Después de Roldán, declaró el médico cirujano especialista en psiquiatría, Claudio Alejandro Maravilla. “Asistí a Cascio en el Hospital Diego Alcorta. Lo entrevisté como 20 veces”, relató. “No estaba enojado con Bravo”, afirmó.
El psiquiatra manifestó que los problemas de Cascio “empezaron a partir de un accidente en un ojo. Se inició en él un desarrollo paranoide. Empezaron a cargarlo, le decían tuerto, terminator, ciego”.
Según Maravilla, se agudizó la deformidad con nuevos destinos en la policía.
“Se sentía más perseguido y más suspicaz. Pensaba que iban a atacar a su familia”.
Ahondó que 72 horas “antes del hecho, pidió ayuda a Bravo y fueron juntos al subjefe de la fuerza”.
Recordó que le aconsejaron “que si se sentía perseguido” se alejara de su familia.
“El lunes, cuando escuchó en la radio que buscaban a un policía, él interpretó que se trataba de él. Lo que hace por encima del desarrollo paranoide, hace una reacción paranoide aguda: es una psicosis reactiva breve o trastorno psicótico breve”, afirmó.
“Cascio sufrió un trastorno de personalidad esquizoide. No estaba en sus cabales. Entendía lo que estaba bien y mal, pero su razonamiento estaba teñido de alienación paranoide”, enfatizó. l
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