PSICOLOGÍA

Qué ocurre en la mente del psicópata: tipos de personalidad y los 9 subtipos de psicopatía de Theodore Millon (última parte)

Por el Lic. Mariano Vega Botter. Neuropsicólogo.

CAUSAS Y MANIFESTACIONES DE LA PSICOPATÍA

El doctor en medicina neurológica y de la investigación psicopática Hervey Cleckley (1975) propuso que las emociones consecuencia de las experiencias vividas por los psicópatas de tipo “primario” están debilitadas en cuanto a la intensidad con la que les afectan. A través de la experiencia, las emociones y sentimientos guían y refuerzan este proceso de aprendizaje, construyéndose así una moral y un sistema de valores. Pero lo que les ocurre a estos individuos es que las experiencias socializadoras normales son ineficaces para la creación de esta moralidad, que es el mecanismo a través del cual nos socializamos las personas. De ahí que fallen a nivel de establecer vínculos personales. Debido a un defecto innato, pueden verbalizar lo que saben de las emociones sin realmente comprender el significado de lo que están contando. No obstante, sí que pueden llegar a sentir todos aquellos sentimientos que, de no albergar, no les llevarían a cometer las acciones, legales o ilegales, que cometen.

VARIANTES DE PSICOPATÍA CRIMINAL

Dentro de la psicopatía criminal se puede hacer una clasificación de: Criminal Organizado Es el que planea su conducta, piensa en todo; en cómo atrapar, cómo cometer el crimen, en dónde, qué hacer con la víctima. Utiliza violencia instrumental, le causa placer tanto la ejecución como el daño causado, se emociona por el crimen a cometer. Elige cuidadosamente a sus víctimas, ya que éstas significan algo dentro de la fantasía del crimen, deben de cumplir ciertas características. Es posible identificar un modus operandi, la escena del crimen puede ser modificada para representar algo. Neuropsicológicamente, hay un alto grado de activación en la amígdala y en la corteza orbitofrontal, lo que permite que haya una planeación de sus acciones. Criminal Desorganizado Aquel que no regula su conducta, es impulsivo ante el estímulo que le causa malestar o rabia. Emplea violencia reactiva, lo que significa que “actúa en caliente”. Tiene una gran necesidad de actuar por lo que no elige a su víctima, puede ser cualquier persona, por lo tanto suelen llamarse “crímenes de oportunidad”. Sólo busca un medio para descargarse. Es difícil encontrar un patrón a diferencia del criminal organizado. En el aspecto neuropsicológico, a diferencia del anterior, hay poca o nula actividad en la corteza orbitofrontal por lo que no hay control inhibitorio. Es hipersensible ante cuestiones sociales y emocionales, hay una distorsión en su cognición social. Y, al igual que el organizado, hay una alta activación en la amígdala.

¿QUÉ HACER PARA INTERVENIR NEUROPSICOLÓGICAMENTE?

Si bien no existe un tratamiento específico para la psicopatía, sí hay sugerencias de intervención. Se recomienda que se den terapias enfocadas en la conducta, se debe trabajar con la conciencia de las consecuencias de los actos realizados por la persona, control sobre sí mismas, auto-observación y no buscar recompensas inmediatas. Es importante que se promueva el pensamiento crítico, el significado de emociones, sentimientos y percepciones propias. Trabajar sobre el locus de control externo. Dentro del tratamiento psicofarmacológico son utilizados medicamentos inhibidores de agresividad y/o de impulsos.

Los 9 subtipos de psicopatía según Theodore Millon

Theodore Millon, un prestigioso neuropsicólogo de la escuela de Florida que investigó sobre la personalidad humana. Entre las muchas aportaciones de Millon, hoy nos centraremos en su estudio sobre la psicopatía.

LOS NUEVE SUBTIPOS DE PSICÓPATA

Millon publicó en 2008 un capítulo concreto en el que describía los subtipos de psicopatía compuesto por 9 subtipos:

1) el carente de principios, 2) el solapado, 3) el tomador de riesgos, 4) el codicioso, 5) el débil, 6) el explosivo, 7) el áspero, 8) el malévolo y 9) el tiránico. Millon resalta que ninguna de estas categorías es mutuamente excluyente, puesto que se puede tener un perfil compuesto de varios subtipos.

1 Carente de principios

Normalmente se le asocia a sujetos con rasgos de personalidad con bases narcisista. Suelen mantenerse exitosamente fuera de los límites de lo legal mostrando sentimientos ególatras y desleales, indiferentes hacia el bienestar ajeno y con estilos sociales fraudulentos, acostumbrando a explotar a los demás. No suelen ser capaces de vincularse a un tratamiento y son muy buenos en crear fantasiosas y expansivas mentiras para conseguir sus objetivos. Carecen totalmente de sentimientos de culpabilidad y conciencia social, se sienten superiores al resto y además disfrutan del proceso de engañar a los demás. La relación con este tipo de psicópata durará el tiempo en el que él considere que tiene algo que obtener de la persona, pasado ese plazo sencillamente lo finalizará. Suelen demostrar una imagen fría, con actitudes temerarias, vengativas y crueles.

2 Solapado

Se le caracterizaría principalmente por la falsedad. Su comportamiento aparentemente es amigable y sociable, pero por dentro oculta una gran impulsividad, resentimiento y falta de confianza al resto. Puede tener una vida social amplia, donde presenta una búsqueda persistente de atención anormalmente a través de la seducción, pero sus relaciones en mayoría son superficiales y fluctuantes. Normalmente exhibirán entusiasmos de corta duración, por lo que serán irresponsables e impulsivos, constantemente buscando sensaciones nuevas. Suelen ser insinceros y calculadores, no admitirán debilidades a los demás, siempre exhibirán una faceta de falso éxito; siempre parece que todo les va bien, se muestran como triunfadores. A pesar de que a veces este subtipo de psicópatas se intente convencer de que sus intenciones son buenas, solamente intenta obtener de los demás lo que le conviene a través de manipulaciones, no busca el bien ajeno.

3 Malévolo

La mayoría de asesinos en serie y/o asesinos comunes encajan en este perfil. Son muy hostiles y vengativos y sus impulsos son descargados con fin maligno y destructivo. Gozan de una crueldad fría y deseo constante de venganza por traiciones y castigos supuestamente sufridos o por sufrir. Las características psicopáticas son muy similares a la de los sádicos ya que reflejan una profunda depravación, deseo de retribución compensatoria y hostilidad. Podrían ser descritos como rencorosos, viciosos, malignos y mordaces. Las sanciones judiciales harían aumentar más aún su deseo de retribución y venganza. A pesar de que comprenden racionalmente lo que es la culpa, el remordimiento, los conceptos éticos, la moral… no lo experimentan en su interior. No pierde la autoconciencia de sus acciones y no finaliza hasta que sus metas de destructividad y retribución hayan finalizado.

4 Tiránico

Conjuntamente con el malévolo, este subtipo es de los más crueles y peligrosos. Ambos son intimidatorios, abrumadores y destructivos. A diferencia del anterior, este parece ser estimulado por la resistencia o la debilidad, las cuales incrementan el ataque en vez de suavizarlo o detenerlo. Obtiene un placer especial en forzar la víctima a acobardarse.

5 Tomador de riesgos

Se involucra en situaciones de riesgo para sentirse vivo, son personas impulsivas e irreflexivas. Son individuos que se muestran temerarios e insensibles en situaciones que cualquier persona normal sentiría miedo. Son capaces de imponerse autodisciplina y hábitos de vida rutinarios, siempre querrán cambios. Este subtipo sería una mezcla de personalidad de base tipo antisocial e histriónica. No le preocupan las consecuencias de sus actos sobre terceros, solamente prevalece su necesidad de estimulación.

6 Codicioso

Su gran motivación en la vida es engrandecerse, de tener retribuciones. Sienten que “la vida no les ha dado lo que merecen”, por lo que a través de actos criminales compensarían el vacío de sus vidas y compensarían la “injusticia” que ellos han vivido. Ellos racionalizan sus actos a través de la idea de que restauran un equilibrio alterado. Les satisface estar por encima de los demás y perjudicarles en la vida (en el ámbito que sea), sintiendo que son sus peones. Tienen además pocos o nulos sentimientos de culpa por lo que hagan a los demás, nunca lo consideran suficiente. Además, son tremendamente envidiosos, codiciosos, agresivos, celosos… se sienten bien con el dolor ajeno y les enrabia los éxitos de los demás. Exitosos empresarios podrían encajar en este perfil, considerando objetos a los demás para satisfacer sus deseos. Lo peor es que nunca logran un estado de completa satisfacción, siempre ansían más.

7 Débil

Este subtipo tendría una base de conducta de tipo evitativa y dependiente. Muestra a los demás una imagen de falsa seguridad y confianza en sí mismo que en realidad esconde todo lo contrario. Sus agresiones suelen ser para demostrar su falta de miedo y adoptar el rol de agresor y nunca de víctima. Suelen resultar caricaturas de pequeños tiranos, mantienen una actitud intimidatoria, mostrando al mundo que “es peligroso meterse con ellos”.

8 Explosivo

En este caso habría muchos componentes del trastorno explosivo intermitente (trastorno de control de los impulsos, código F63.8 según DSM-IV-TR). Su característica principal es la súbita y repentina afloración de extrema hostilidad. Su conducta “explota”, de manera que no da lugar a tiempo de contención. Estos ataques de furia se caracterizan por cólera incontrolable hacia los demás, que suele provocar sumisión y pasividad en la víctima.

9 Áspero

Este subtipo muestra su rechazo a los demás de forma pasiva e indirecta. Suelen tener discordias de manera incesante con los demás, magnificando hasta la acción más pequeña para estar enredados en amargas y constantes disputas con las personas que le rodean. Tienen pocos remordimientos o sentimientos de culpa sobre las molestias que causan en los demás. Suelen ser amargados e irónicos, compartiendo rasgos de personalidad con trastornos negativistas y paranoides de la personalidad. Siempre creen tener la razón en todo y los demás siempre están equivocados y les es especialmente placentero contradecir a los demás. Les causa menos satisfacción la lógica y legitimidad de sus argumentos que el uso que le dan para frustrar y humillar a la otra persona.

Theodore Millon encontró diversos subtipos de psicopatía, los cuales podemos encontrar en diferentes escenarios: asesinatos, grandes empresas, robos, política… o incluso en situaciones más cotidianas de la vida. En el estudio que realizó, encontró que los perfiles más comunes son el “psicópata carente de principios”, el “psicópata tomador de riesgos” y el “psicópata malévolo”, aunque no son excluyentes de los demás, se puede tener un perfil caracterizado con diversos subtipos. También encontró que existe una comorbilidad con trastornos de la inclinación sexual (parafilias) y trastornos del control de los impulsos.

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