DECLARACIONES

Verónica Ojeda no se calla nada sobre Diego

Verónica Ojeda no tuvo nunca una buena relación con la ex de Maradona ni con sus hijas Dalma y Gianinna. Después de estas declaraciones en TV es de esperar que no mejoren.

A poco más de tres meses de la muerte de Diego Armando Maradona la manera en la que vivió y en el que murió sigue dando que hablar. Esta vez fue Verónica Ojeda, la madre de su pequeño hijo Dieguito Fernando quien compartió su dolor en el programa conducido por Ángel De Brito, adonde reve‑ ló que lo último que le dijo al Diez en su lecho de muerte fue un “gracias”, por el hijo que compartían, más allá de todas las otras circunstancias poco felices que les tocó atravesar juntos.

“No salí a hablar porque no podía, no me daba el cuerpo ni la cabeza...”, ad‑ mitió en diálogo de Brito; y aclaró: “Los que tienen que hablar son los abogados hoy por hoy por el tema judicial. Por ejemplo, hablar de las internas de la familia que son eternas... Lo principal es ver bien y estar bien de lleno y todos juntos por la causa de la muerte de Diego, por qué, a qué se debió, qué pasó ese día, en la internación, hay que enfocarse en eso los abogados”, en referencia a las dudas que existen sobre si el exastro del fútbol argentino estuvo debidamente atendido luego de la operación que le practicara el propio Dr. Leopoldo Luque, actualmente cuestionado, junto a la psiquiatra y al abogado de Maradona.

Sobre cómo se enteró de la muerte de Diego, contó: “Me llamó Jorge Rial por te‑ léfono, me preguntó si había hablado con él (Diego) y me preguntó “¿por qué no lo lla‑ más? Lo llamé, no me con‑ testó... hablé con Vanesa (Morla) y me dijo: “Diego se descompuso, está mal, an‑ date para Tigre”. Yo tengo dos horas desde Ezeiza hasta Benavides. Me entero (de su muerte) en el camino, me lla‑ maron y por la radio, fue todo junto”, rememoró.

Y agregó entre lágrimas: “Dieguito estaba conmigo y quería entrar a la casa de su papá, pero no entró a verlo. Decidí que no, no era pru‑ dente que lo viera. Yo entré, lo saludé, le dije gracias por darme el hijo maravilloso que me dio”.

“Todos los días me pregunta por su papá. Le digo que Diego está en el cielo, y que él lo cuida, pero eso como que ya no va más, quiere verlo a él”, contó conmovida. Y acotó: “Yo nunca lo llevé a fútbol, ahora es él el que me lo pide. Me dijo el otro día: “mamá, quiero jugar al fútbol, quiero ser futbolista, quiero jugar a la pelota. “Como papá era el número uno, yo voy a ser el dos”. Me parte el alma”.

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