El palo de un tendedero le sirvió a un kakuy para mostrar su magia en Loreto El palo de un tendedero le sirvió a un kakuy para mostrar su magia en Loreto
David Acosta fue quien notó que había algo inusual en el mencionado palo y se acercó con cuidado hasta que descubrió en la punta del mismo a un ejemplar de kakuy, que prácticamente era invisible a simple vista.
El resto de la familia se arrimó con cautela, pero el ave se mantuvo inmóvil inclusive Florencia Ledesma pudo acariciar el plumaje del animal. Se fue el sol y el kakuy se trasformó en sombra y permaneció en el lugar hasta entrada la noche, hasta que desplegó sus alas y salió para perderse en la oscuridad de la noche, para seguir estremeciendo el monte santiagueño con su canto estremecedor que se convirtió en leyenda.








