Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Santiago

RICARDO BALBÍN: DEL COMBATE AL ENCUENTRO; A 40 años de su muerte (Primera Parte)

19/12/2021 02:22 Santiago
Escuchar:

RICARDO BALBÍN: DEL COMBATE AL ENCUENTRO; A 40 años de su muerte (Primera Parte) RICARDO BALBÍN: DEL COMBATE AL ENCUENTRO; A 40 años de su muerte (Primera Parte)

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE EL LIBERAL Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO

El relato de la historia, a menudo, no se compadece con la justicia de los hechos. Si bien es tarea del historiador presentar los acontecimientos y los personajes con el mayor apego a lo ocurrido y respetando el contexto, la necesidad de contar un determinado tiempo hace queprotagonistas que no alcanzaron la cumbre del poder, queden en un exagerado segundo plano, a pesar de haber sido determinantes en el devenir de los eventos. Así, estos “actores de reparto”, que como en las películas son artistas con carácter que definenla calidad del film, en la vida política y social de los pueblos merecen ser reconocidos porque son quienes ilustran con claridad la verdad histórica. Permítaseme un ejemplo que puede resultar vulgar, pero es muy ilustrativo: Alberto Olmedo era el capo-cómico de su tiempo, pero Javier Portales como su “partenaire” era necesario para el brillo estelar que el rosarino alcanzó en la comedia argentina.

Sin duda es el caso de Ricardo Balbín, de quien se ha cumplido este año el cuadragésimo aniversario de su desaparición física. Cuatro veces candidato a presidente argentino sin éxito, líder radical indiscutido durante tres décadas y soldado perenne en las batallas políticas entre 1930 y 1981, año de su muerte, es la figura necesaria para entender cabalmente esa época y también a su contendiente Juan Domingo Perón. Su tránsito del combate feroz a la concordia nacional es un ejemplo válido para los tiempos álgidos en los que transcurre nuestra vida social, en la búsqueda de la necesaria unión de los argentinos. Con el relato de la vida de este gran político comenzamos el rescate de los menos fulgurantes pero imprescindibles para entender la historia.

Nacimiento, familia y formación

El 29 de julio de 1904 nace el porteño Ricardo Balbín, segundo hijo del matrimonio formado por el andaluz Cipriano y la española Encarnación Morales. Toda la vida familiar se desarrollará en la provincia de Buenos Aires: su hermano menor Armando nace en Laprida, y el mismo Ricardo se casa en La Plata con IndaliaPonzetti en 1928. Los cuatro hijos de la pareja nacen en la capital provincial y uno de ellos, Osvaldo terminará sus días como intendente deSalliqueló llegando a la intendencia.

Radicado en La Plata, en 1922 Balbín se inscribe en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, recibiendo su título de abogado en 1927. Se convierte en un activo militante de la Unión Cívica Radical, destacándose en la campaña presidencial de Hipólito Yrigoyen en 1928, y luego es nombrado fiscal del crimen en la provincia de Mendoza. Combate a la revolución del '30, y el 5 de abril de 1931 es diputado provincial gracias al triunfo del radicalismo en la provincia de Buenos Aires, pero las elecciones son anuladas. Desde ese momento se convierte en el mascarón de proa de la resistencia radical a los gobiernos de esa década.

EL HOMBRE DEL COMBATE

La lucha contra el fraude y la Declaración de Avellaneda

En la tradición fundada por Yrigoyen, Balbín dedica sus ahíncos a recorrer cada pueblo y luego de la “abstención corta”, es decir la negativa de la UCR a participar de las elecciones fraguadas, es elegido diputado provincial en 1940, renunciando al cargo en protesta por el fraude conservador y provocando la intervención de Buenos Aierspor parte del presidente Roberto M. Ortiz. Se destacaba Balbín por la contundencia de sus discursos. Su estampa con aparente descuido iba a ser un clásico de la política argentina y sus rasgos acentuados por los anteojos le valen el mote de “El Chino”.

El 4 de abril de 1945 se hace pública la declaración de Avellaneda, que marca el inicio del radicalismo doctrinario y la llegada de una nueva generación formada por Arturo Frondizi, Moisés Lebensohn, Crisólogo Larralde y Rubén Rabanal, entre otros muchos. Balbín es uno de los líderes del Movimiento de Intransigencia y Renovación, que dominará la historia radical por décadas. El 24 de febrero de 1946 gana la diputación nacional que lo hace jefe del mítico “Bloque de los 44”, que lo convierte en la cara visible de la oposición a Juan Perón.

El enfrentamiento con Perón y la cárcel

Balbín no ahorra críticas al presidente y al ejercicio del poder que hace el peronismo, denunciando incluso los atropellos que sufren los antiguos aliados oficialistas como Cipriano Reyes. La falta de acceso a los medios de comunicación hace que la estrategia radical se base en actos públicos callejeros, en uno de los cuales Balbín es durísimo contra la acción del gobierno, y eso provoca que la Cámara de Diputados lo expulse por “desacato” y se lo encarcele. Ese 29 de septiembre dirá en el Congreso: “Si este es el precio por el honor de haber presidido este bloque magnífico, que es una reserva moral del país, han cobrado barato; fusilándome, todavía estaríamos a mano”. En 1950 es candidato a gobernador de Buenos Aires y vuelven a detenerlo el mismo día de las elecciones. Lo condenan a cinco años de prisión por desacato, pero el mismo Perón lo indulta, perdón que Balbín no acepta.

La UCR decide participar, a pesar de las restricciones, en las elecciones presidenciales de 1951, y la fórmula partidaria es Balbín -Frondizi. Esta gran amistad política que había nacido una década atrás parecía incommovible pero los acontecimientos posteriores a 1955 iban a destruirla. Es notable como los dirigentes radicales no cejaron en su prédica democrática a pesar de la dura persecución que se desata, sobre todo después de la muerte de Evita en 1952. Balbín promueve la candidatura a vicepresidente de Crisólogo Larralde en 1953 y participa activamente en la campaña, aunque no es candidato. Se convierten en un clásico sus frases elegantes, su postura “canyengue” con sus manos en los bolsillos como emblema y la cadencia de su voz intimista, tan cercana y amigable, sin perder nunca su firmeza.

En 1954 el gobierno envía nuevamente a Balbín a la cárcel, lo que lo consolida como símbolo antiperonista, mientras el radicalismo consagra a Frondizi como su presidente.El conflicto del gobierno con la Iglesia termina con la caída de Perón el 20 de septiembre de 1955 y ese acontecimiento desata una lucha doctrinal en el radicalismo, donde se avizoran tres grupos frente a la nueva realidad: el Movimiento de Intransigencia y Renovación, encabezado por Frondizi; el Movimiento de Intransigencia Nacional, acaudillado por la dirigencia de Córdoba heredera de Amadeo Sabattini; y el unionismo, acaudillado por Miguel ángel Zavala Ortiz.

El apoyo al golpe del ’55 y la fractura radical

Balbín se convierte en líder del sector del MIR que apoya la participación en la Junta Consultiva Nacional convocada por la Revolución Libertadora, gobierno de facto encabezado en 1956 por Pedro E. Aramburu. Sin duda la experiencia personal de persecución que sufrió Balbín durante el gobierno peronista explica su toma de posición. Mientras tanto, los seguidores de Frondizi deciden presionar a los militares para una rápida salida institucional y eligen una fórmula encabezada por don Arturo y secundada por Alejandro Gómez, sin pasar por elecciones internas. Estos hechos producen la fractura de la Unión Cívica Radical, ya que los unionistas, los nacionales y el grupo intransigente con Balbín a la cabeza rompen con Frondizi y fundan la UCR del Pueblo.

Balbín queda como indiscutido líder de la nueva formación sin ejercer la presidencia y en 1957 acompaña la decisión de proscribir al partido peronista en las elecciones de constituyentes. En la Convención reunida en Santa Fe la fractura radical se hace evidente. La UCRI encabezada por Alendese retira tildando de ilegal la convocatoria y la UCRP apoyó la derogación de la reforma de 1949 para reponer el texto de 1853/1860. En esos tiempos dirá Balbín: “Para los radicales el pueblo no es algo que se mire, se valore y se proteja como exterioridad; el pueblo somos nosotros mismos, esa totalidad que sufre y sueña, que protagoniza su quehacer y su destino en cuya entraña sentimos, pensamos y vivimos…”.

Los dos correligionarios de la fórmula de 1951 se enfrentan en las elecciones presidenciales del 23 de febrero de 1958. Balbín iba acompañado por el cordobés Santiago del Castillo. Durante la campaña electoral Balbín rescata la tradición radical que comenzó doce años antes en Avellaneda. A través de Radio El Mundo y su cadena “Azul y Blanca” que llegaba a todo el país, Balbín definió el programa partidario: “Radicalismo es 

democracia interna; fue, es y seguirá siendo lucha contra los monopolios capitalistas, contra todas las formas de privilegio; radicalismo es reforma agraria, educación popular, acción antiimperialista y reforma universitaria; es defensa y promoción de los derechos económicos de los trabajadores; es derecho de huelga y organización gremial; es salario real y asistencia social; radicalismo es justicia y libertad en todas sus expresiones; es defensa del patrimonio y soberanía nacional...”. Ya la voz de Balbín se hacía familiar e inconfundible en los hogares argentinos.

La derrota de la UCRP iba a dar comienzo a un cuarto de siglo en que la enemistad entreFrondizi y Balbín iba a sazonar la política nacional. Sin duda su condición de amigos y correligionarios fue el campo de cultivo de una discordia que sólo se justifica en la fraternidad rota. Balbín consolidó una postura contraria al acuerdo entre Rogelio Frigerio y Perón que permitió el triunfo de Frondizi, y los radicales del pueblo fueron duros opositores del gobierno intransigente. Sin embargo, la década de 1960 iba a ser testigo de una de las conversiones políticas más interesantes de la historia argentina: Balbín, el hombre del combate iba a convertirse en el hombre del encuentro, el hombre de la palabra justa y necesaria,  pero esa historia, si Dios quiere, la contaremos el próximo domingo desde las páginas de “El Liberal”.


Lo que debes saber
Lo más leído hoy