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EL LIBERAL . Santiago

Marcelo Fontana, un santiagueño suelto en Moscú

EXPERIENCIA Marcelo tiene 25 años ya se adaptó a la vida en Rusia y todavía no sabe si regresar� al país cuando caduque su beca

EXPERIENCIA. Marcelo tiene 25 años, ya se adaptó a la vida en Rusia, y todavía no sabe si regresará al país cuando caduque su beca.

03/02/2020 00:14 Santiago
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Marcelo Fontana, un santiagueño suelto en Moscú Marcelo Fontana, un santiagueño suelto en Moscú

Marcelo Fontana hace 4 años que vive en Rusia, a poco más de 13.000 kilómetros de Santiago del Estero. El estudiante dejó esta provincia hace 7 años para estudiar Filosofía en la Universidad Nacional de Tucumán. Allí estuvo hasta tercer año, cuando consiguió una beca del gobierno ruso para irse a vivir al país de los zares y continuar allí su carrera.

En la actualidad vive en Moscú, estudia en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos y es el presidente de los estudiantes argentinos residentes en esa ciudad.

“Me fui de Santiago hace 7 años, primero a Tucumán, a estudiar la carrera de Filosofía, hasta tercer año, luego conseguí una beca para venir a Rusia y estoy hace casi 4 años en Moscú, específicamente”, contó el santiagueño.

Como todo inicio en un país distinto, con un lenguaje totalmente diferente y una cultura también poco conocida para él, no fue sencillo adaptarse. “Primero era el tema de la comunicación, ahora ya hablo ruso, me falta mucho para aprenderlo bien, porque como todo idioma tiene su dificultad y sus tiempos para aprenderse, pero la verdad que cuando llegué fue muy difícil, muy complicado”, recordó en su contacto con EL LIBERAL.

Por la modalidad de la beca que obtuvo, el primer paso era estudiar el idioma. Durante un año entero aprendió a hablar en esa lengua. Luego, reinició su carrera de Filosofía, desde cero y en el idioma de ese país.

“Ahora voy por mi tercer año de filosofía otra vez. La adaptación es complicada, principalmente el tema del idioma, tenemos algunas palabras parecidas con el español por el anglicismo o por la influencia árabe, pero la manera de hablar, de construir las frases, de decir las cosas, es muy complicado”, apuntó.

Integración

Sobre la integración con sus pares, explicó que “eso fue un poco más simple. El lugar donde estudio es la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, ahí lo que tenemos es un sistema que está pensado básicamente para extranjeros, no solamente la facultad de idiomas, sino la estructura de la universidad que trabaja con pequeñas asociaciones de estudiantes. Cada asociación de estudiantes es un país, manejado por personas de distintas nacionalidades, para la integración de los extranjeros con la comunidad rusa. En el caso mío, yo presido la asociación de estudiantes de la Argentina, para organizar de mejor manera la integración cultural y de los estudiantes en el ambiente de la universidad”.

Puntualizó que por ello “el integrarnos culturalmente es más fácil en la universidad”.

“Después, por afuera es difícil, porque los rusos tienen muchas perspectivas distintas de cada país y de los extranjeros y no siempre son muy receptivos”, aclaró.

No obstante, señaló que hubo un vuelco en este sentido luego del último mundial de fútbol celebrado en ese país. “Toda la cultura rusa cambio muchísimo en cuanto a receptividad después del mundial. Porque los rusos son muy receptivos con la gente, no son tan fríos como los pintan, no son tan cerrados, son personas de carácter fuerte, pero no son personas que no se puedan tratar, son bastante abiertas y receptivas en muchos aspectos y muy directas, pero son muy resguardados con sus cosas personales”.

Y aclaró que, “cuando conocen a alguien y se abren con esas personas, son muy agradecidas, muy cariñosas, igual a nosotros en ese aspecto. No son como los latinos que vamos y nos hacemos amigos o entablamos una conversación en 5 minutos, no tienen esa cercanía, la llegan a tener pasado un tiempo, pero no en un primer momento, son más desconfiados”.

Es posible contactarse con esta universidad a través de los siguientes perfiles de redes sociales: https://www.instagram.com/aearudn2019/?hl=es o bien https://www.facebook.com/EstudiantesArgentinosRUDN/

“El ruso se interesa por la cultura latinoamericana”

Respecto de cómo tratan a los latinoamericanos, señaló que “los rusos se interesan por la cultura latinoamericana, por la Argentina, es increíble la cantidad de rusos que se interesan por aprender tango, folclore, a mucha gente le interesa saber un poco más de la Argentina, de la cultura latinoamericana, de comidas latinas, argentinas. Hay muchos espacios donde los rusos se interesan por la cultura extranjera y eso influye mucho en la perspectiva y en cómo ellos relacionan, también a nosotros nos cambia la manera de ser y nos hacemos un poco mas rusos”.

En el trato diario con los ciudadanos de ese país, señaló que “ellos son más distantes en cuestiones sociales, pero son muy receptivos, se toman su tiempo en conocer a alguien, si una persona les cae bien no tienen problema, se abren completamente sobre todo los más jóvenes. Eso cambió mucho entre los más jóvenes y los más viejos en Rusia, en la manera en que se relacionan, les gusta aprender, les interesa saber, se interesan por los extranjeros”.

Agregó que “en cuestiones culturales, el ruso toma una pequeña distancia antes de entablar una cercanía con una persona, no son como nosotros que somos de entablar una amistad en forma más rápida. Pasa mucho tiempo, por ejemplo, antes que un ruso invite alguien a su casa. En cuestiones de comida también es muy distinta, son sabores más suaves que nuestra comida, tienen un asado ruso que no es como el nuestro sino que se corta en trozos y se pone en brochettes y lo hacen al asador, sobre todo en verano”.

Características, cultura y clima

Otra de las características del país, es que “tiene una cultura más antigua en cuestiones de resguardo histórico, conocen muchísimo de su cultura al menos desde el siglo XIX, les interesa mantener sus expresiones y su tradición y no lo ven como algo viejo, sino que intentan resguardarla, fechas y bailes tradicionales, como el principio del verano que hacen una comida tradicional”.

Para Marcelo, otra de las cuestiones difíciles de asimilar fue el clima. “Hoy aquí es invierno pero un invierno muy raro. Creo que es uno de los pocos inviernos que llega muy caluroso, generalmente para esta época hace menos 10 grados o menos 15 grados pero este invierno está haciendo solo 2 ó 3 grados bajo cero y empezó a nevar hace una semana, cuando por lo general empieza a nevar a fines de noviembre y ahora empezó hace una semana en pleno enero, por eso estamos viviendo un enero bastante extraño en Moscú”.

Permanencia

Marcelo concluirá su beca el año próximo, pero aún no está seguro si seguirá viviendo allá o si retornará a Santiago. “Por la beca que tengo, me quedo hasta el año 2021, luego puedo volver a pedirla para continuar mis estudios, las becas las otorga el gobierno ruso, se pasa por un proceso de selección en cada país y ellos luego dan la visa”.

Agregó que “principalmente lo que tiene en cuenta la beca es la universidad, aquí son pagas por lo que el costo está incluido en la beca y todo lo otro va por cuenta propia. La vivienda, el pago de visa, seguros médicos, eso va por cuenta propia”.

“Uno siempre piensa en volver, en devolver a su país y a la familia lo que le dieron, principalmente demostrando la profesionalidad en el área en que uno está trabajando, intentando sacar adelante las cosas con su profesión, a mí me gustaría volver pero también hay muchas otras cosas como la economía y la situación social del país, es muy difícil pensarlo de esa manera y tener en cuenta si uno puede volver, también las cosas cambian, no es lo mismo estar afuera y volver a adaptarse de nuevo a lo que uno dejó en el país, a su familia y que todo sea distinto”, indicó.

El costo de vivir en Rusia

Una cuestión que sorprende es el tipo de cambio entre la moneda rusa, el rublo, y el peso argentino. La paridad es de prácticamente 1 a 1. Es decir un rublo equivale a $ 0,94 argentinos.

Fontana, cuenta que “los precios en rublos, por ejemplo un café cerca del centro de Moscú te sale unos 150 a 250 rublos, en cualquier confitería o cafetería, una pizza entre 250 hasta 600 rublos dependiendo si es en un bar o enviada a domicilio. La nafta está entre 40 a 50 rublos por litro”.

Agregó que en tren y colectivo hay distintos precios. “Un boleto normal en el transporte público como el subte o el autobús cuesta 55 rublos cada pasaje, pero si haces combinaciones entre subte y colectivo te cobran menos, te sale 38 rublos el pasaje. En rublos y en pesos es lo mismo, 1 a 1 prácticamente el cambio actual”.

Analizó que “no es muy caro en comparación con la Argentina, aquí en el día a día los productos son más baratos que en la Argentina, los precios de la carne, los lácteos son similares pero después en algunos quesos están más barato, la carne aquí es más barata que allá en algunos cortes pero en general el día a día aquí no es tan caro comparado con la Argentina”.

Puntualizó que la situación de la inflación es estable. “Aquí el tipo de cambio del rublo con el dólar se mantiene entre 60 y 68 rublos por dólar, sube y baja en esa línea en el año. Generalmente afectado por cuestiones más geopolíticas. Aquí sí, afecta cuando sube el dólar, pero no tan fuerte como nos afecta a los argentinos en la vida diaria. Las cuestiones generales no tienen ese peso de ver la inflación como nosotros ni ser tan pesimistas en cuestiones de economía pero aquí el dólar es bastante estable”.

En cuanto a salarios indicó que “el salario mínimo en Rusia son de 20 mil rublos, de allí para arriba pero depende mucho de la zona de Rusia donde esté trabajando la persona, porque aquí varía mucho el salario mínimo, aquí son supuestamente 20 mil rublos pero en general en Moscú nadie paga menos de 30 mil rublos, aunque el salario minimo es más bajo. Por ejemplo, un empleado de Rappi –cadete-o Mc Donalds no le pagan menos de 30 mil rublos”. l

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