Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Opinión

La entrevista de Guayaquil: el gran misterio de la historia

22/07/2023 23:57 Opinión
Escuchar:

La entrevista de Guayaquil: el gran misterio de la historia La entrevista de Guayaquil: el gran misterio de la historia

Por Eduardo Lazzari Historiador

El encuentro que se produjo desde el 26 de julio de 1822 hasta el día siguiente entre los dos grandes libertadores de la América del Sur en Guayaquil, hoy república del Ecuador, ha sido hasta hoy objeto de investigaciones, de hipótesis y sobre todo un tema apasionante para los historiadores, ya que no hubo testigos de lo hablado entre José de San Martín y Simón Bolívar, ni ha quedado testimonio escrito de lo ocurrido, y las posteriores invocaciones a la entrevista que los protagonistas realizaron, han quedado sumidas en conos de sombras y sobre todo abiertas a interpretaciones que no pueden ser tomadas como definitivas.

Mucho se ha discutido sobre el carácter de los dos hombres más importantes de la independencia sudamericana, y sobre todo los resultados prácticos de la entrevista han desatado todo tipo de sospechas y conjeturas, pero el deber del historiador es acercarse a los hechos conocidos, tratar de hilar los presupuestos morales de los personajes y por encima de cualquier orientación, verificar los efectos contundentes que tuvo para la historia tan relevante encuentro.

Transitaremos hoy por un período fascinante de la historia, donde se fueron definiendo los contornos de los futuros países que hoy conforman nuestra región, y profundizaremos en algunos aspectos del carácter de estos dos grandes líderes que, lamentablemente en nuestra visión, no pudieron acordar un fin de la guerra independentista acorde a los elevados propósitos que los animaban, y que en los años siguientes provocaron tensiones políticas y militares que podrían haberse obviado, aunque siempre es peligroso pensar en forma contra-fáctica, ya que una gran enseñanza de la historia es saber que lo que ocurrió es lo que debía ocurrir.

La guerra de la Independencia en el sur del continente

José de San Martín llega a julio de 1822 convertido en el Protector de la Libertad del Perú, el más alto cargo político que ocupará en toda su vida. Las Provincias Unidas del Río de la Plata llevaban sobre sus espaldas los años de guerra, con un costo humano, económico y social que pocas veces es resaltado. El proceso de autonomías provinciales había alcanzado su cumbre en los años de 1820 y 1821, y el alejamiento territorial del escenario de la guerra de la independencia hizo que se relajara el apoyo al plan continental que había comenzado con la formación del Ejército de los Andes, la campaña libertadora de Chile, la expedición al Perú y la caída de Lima, que produjo además el retiro de los ejércitos españoles del Alto Perú.

La extenuante campaña que llevó a cabo San Martín con su ejército culmina con la campaña de las sierras, a cargo del general Juan álvarez de Arenales y la consolidación de Lima como la cabeza de puente para la terminación de la guerra. Pero la diferencia entre la cantidad de efectivos españoles y los independentistas impedía a San Martín plantear una estrategia ofensiva, ya que tenía una gran desventaja numérica, que por ventura nunca fue aprovecha por los generales godos contra el bastión limeño. La independencia del Perú, proclamada el 28 de julio de 1821, necesitaba del apoyo de los ejércitos del norte del continente, comandados por Bolívar, para concluir el proceso libertador.

La guerra de la Independencia en el norte del continente

En 1819 el general Simón Bolívar, cuyo carácter era más político que militar, recibe el apoyo de una legión británica, lo que le permite avanzar en su idea de la creación de la Gran Colombia, pronunciando un discurso memorable en el Congreso de Angostura el 15 de febrero de ese año, donde expone todo su plan. Bolívar realiza el paso de los Andes rumbo al ejército español, triunfando en la campaña y logrando la caída del virrey de Nueva Granada, Juan Sámano, que huye de Santa Fe de Bogotá, y permite el dominio territorial por parte de los revolucionarios independentistas. Esto se produjo el 10 de agosto de 1819.

En 1821 se convocó al Congreso General Constituyente de Angostura, en la Villa del Rosario, actual territorio colombiano, y allí se fundó la República de la Gran Colombia, que abarcaba todo antiguo espacio novogranadino. Participaron Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño y el propio Simón Bolívar, que termina siendo designado presidente de la nueva nación. En ese año se produjeron las batallas de Carabobo y del lago de Maracaibo, que fueron consolidando la independencia en el territorio venezolano. Luego de la batalla de Pichincha, Bolívar decidió consolidar su dominio sobre el territorio de Guayaquil, que había tenido su revolución independentista en el año 20.

La necesidad de un acuerdo entre los dos grandes

El ejército de Bolívar llega a Guayaquil, que hasta entonces estaba bajo jurisdicción peruana, o sea bajo el mando de San Martín, el 11 de julio de 1822. La invitación de San Martín a Bolívar para que llegara hasta Lima, que en el caso del correntino estaba desprovista de cálculo político, no fue aceptada por Bolívar y este es el primer desacuerdo entre los dos libertadores. Vale destacar que San Martín se entendía como un líder militar al que la acción política le resultaba importante pero incómoda, a diferencia del venezolano que tenía una visión de estado más ambiciosa. Además, un rasgo ideológico que los diferenciaba era la actitud libertadora de San Martín, que se entendía como necesaria para dar la independencia a los pueblos, pero manteniendo su propia identidad; que se contraponía a la intención imperial de Bolívar, que buscaba crear un gran país que abarcara todo el continente, proponiéndose el mismo como cabeza de ese estado ideal.

La situación militar dejaba en claro que los dos ejércitos, el proveniente del sur y el del norte, debían unirse si se pretendía terminar con la guerra de la Independencia. El ejército español, numeroso de veteranos, era una amenaza real sobre el Perú, y una debacle del proceso independentista en Lima podría generar una crisis en todo el armado patriótico. San Martín, consciente de su debilidad frente al enemigo, insiste en la reunión, y termina aceptando dirigirse hasta la sede provisional de Bolívar, que se había establecido en Guayaquil. El argentino no tuvo prevenciones al respecto, y las advertencias de sus colaboradores frente al hecho de perder la centralidad de su sede le parecieron cosas menores frente a lo que estaba en juego: la libertad de las naciones americanas.

La entrevista de Guayaquil

El 26 de julio de 1822 se encontraron en Guayaquil los dos libertadores. El Protector del Perú llegó con una pequeña comitiva que se embarcó en Lima en la goleta “Macedonia”. Al desembarcar Bolívar tensó la relación saludando a San Martín con la frase “Suelo Colombiano te recibe”. La reunión se realizó en un ambiente formal, pero estaba claro que los propósitos prácticos de ambos no eran los mismos. Nada se sabe de lo ocurrido en el encuentro, ya que no se levantó ningún acta ni hubo testigos. Al día siguiente volvieron a encontrarse, siendo la entrevista el único encuentro entre estos dos gigantes de la historia. San Martín, cuyo carácter austero se puso nuevamente de manifiesto al retirarse de la fiesta que se celebraba en la noche en forma discreta, para embarcarse inmediatamente rumbo a Lima. El brindis de esa noche fue otra manifestación de los caracteres de los dos hombres: el venezolano brindó: “Por los dos hombres más grandes de la América del Sur: el general San Martín y yo”, nuestro Padre de la Patria lo hizo: “Por la pronta conclusión de la guerra; por la organización de las diferentes Repúblicas del continente y por la salud del Libertador de Colombia”.

Las consecuencias de la entrevista

San Martín llegó a la ciudad de los Reyes y depositó el gobierno peruano en manos de su Congreso, emprendió su retiro rumbo a Chile y desde allí cruzó por última vez los Andes rumbo a Mendoza. En medio de una enrarecida situación política, llegó a Buenos Aires para dar el último adiós a su esposa, que había muerto poco tiempo antes. Mandó esculpir su lápida que reza hasta hoy en el Cementerio de la Recoleta: “Aquí descansa doña Remedios de Escalada, esposa y amiga del general San Martín, 1823”.  En 1824 viajó a Europa y nunca volvería a pisar suelo argentino. Moriría en Francia, a orillas del canal de la Mancha, el 17 de agosto de 1850.

Bolívar siguió adelante como único jefe de la guerra de la Independencia. Triunfó en Junín y en la batalla de Ayacucho se acabó el dominio español en la América del Sur el 9 de diciembre de 1824. El presidente de la Gran Colombia sumó los cargos de dictador de Guayaquil y del Perú. Intentó la unificación de todo el continente bajo su mando a través del Congreso de Panamá, que fracasó en su propósito en 1826. Bolívar se sintió halagado, en contra de sus propósitos, por la idea del mariscal Antonio José de Sucre de nominar al estado del Alto Perú con su nombre: rota la relación con Buenos Aires en 1825 el nuevo país se llamó República de Bolívar y desde 1830 Bolivia. El gran venezolano terminaría sus días pronto, en 1830 en Santa Marta, Colombia, retirado de todo cargo y sin contar con la consideración de los pueblos.

Jorge Luis Borges, nuestro gran escritor, en el libro “El Informe de Brodie” incluyó un cuento llamado “Guayaquil”, que es una maravilla literaria y además un estudio psicológico de los dos grandes de América, que recomendamos leer en estos días. Sin duda, indagar sobre este tema en la gran obra de Bartolomé Mitre “Historia de San Martín y la emancipación americana” es una gran oportunidad para acercarnos a uno de los monumentos de la historiografía argentina y a uno de los momentos fundacionales de nuestro devenir.


Lo que debes saber
Lo más leído hoy