La devoción de una salteña llevó a Santa Mama Antula a la capilla del fin del mundo

María Cristina Fernández, "Macacha" como supo llamarla su padre y como todos la conocen hoy, es salteña de nacimiento, docente en Gendarmería Nacional, y fiel devota de María Antonia de Paz y Figueroa, y hace bastante tiempo se propuso difundir su misión, y llevar su imagen hacia los lugares más recónditos del país, allí donde sólo los efectivos de la fuerza custodian los confines de nuestra patria.

Y comenzó en el lugar más elevado de Salta, y su empeño, que acompaña siempre su esposo Pablo Pérez, gendarme ya retirado, hizo que ahora la Santa santiagueña bendiga a los hombres y mujeres que hacen patria en el lugar más austral del mundo. La imagen de Mama Antula ya está en la capilla Nuestra Señora de las Nieves Antárticas, la más austral del mundo, cavada en una cueva de hielo en la Base Belgrano II, gracias a su empeño.

"Soy salteña, docente en Gendarmería y se me ocurrió hace tres años darle difusión a María Antonia de San José en los pasos internacionales donde están, en la mayoría, solo el personal de Gendarmería, en algunos casos con Aduana o Migraciones. Comencé a visitar los puestos con una imagen suya, y la primera ruta que se inauguró está en Socompa, a los pies del Volcán Socompa, en la provincia de Salta, como punto extremo", comentó "Macacha" sobre el inicio de su periplo.

Enumeró otros pasos donde también dejó la imagen en Salta, Jujuy, La Rioja, San Juan, Neuquén, Río Negro, Chubut, en todos los pasos internacionales de Santa Cruz y de Tierra del Fuego.

Pero su inquietud de llevar a Mama Antula hasta los lugares más extremos, no se detuvo, y cuenta que "el año pasado, estando en Tierra del Fuego, porque mi esposo es antártico, habíamos ido a entregar el documento del registro del nacimiento del primer ser humano en la Antártida que lo registró él, y llegamos hasta el punto más lejano que es Bahía Lapataia, que es el último punto habitado".

Viajó el día de su canonización

"Y se nos ocurrió soñar con que María Antonia pudiera ir a la Antártida, entonces le compartimos la idea al jefe de Gendarmería, y nos dijo que haría el intento de enviar la imagen. Y cuando pasó el Rompehielos Irizar por Ushuaia, él habló con el comandante y le entregó la imagen. Y esto sucedió, por esas cosas de la vida, y obra de María Antonia, ocurrió que salió para la Antártida, el mismo día de su canonización", relató María Cristina.

Dijo que no sabían a dónde iría la imagen, querían con su esposo que fuera a la base Esperanza, donde estuvo su marido un año y medio, pero fue a Marambio, y "ella decidió seguir caminando como peregrina que es, y llegó a la Base Belgrano, que es el último lugar donde hay una base en el continente antártico, por eso es que se dice que la capilla donde ella está ahora, es la del fin del mundo".

"Más que satisfacción, es una conmoción"

Sobre el significado de que su empeño y su amor a la Santa la haya llevado tan lejos, dijo que "más que una satisfacción es una conmoción".

"Yo sabía que a la Antártida era un sueño que llegara, un anhelo muy querido, y gracias a este jefe de Gendarmería, que ha sido tan solidario y que Mama Antula le tocó el corazón, como jefe y una jerarquía importante, fue a hablar con el comandante del Iruzar para que se dieran las cosas. Fue obra de ella, yo dije que si ella quería ir, va a llegar, así como llegó hasta el lugar más alto de Guardia Vieja en la provincia de San Juan, a 4.700 metros de altura. Son cosas que nos sorprenden, y nos obliga a hacer una reflexión permanente, porque cuando comenzamos a hacer esto, nunca esperamos que se cumpliera lo que ella dijo en vida, que quería estar en todo el mundo", dijo.

Inspirada por la misión de Mama Antula, y la de los gendarmes

"Yo empecé a hacer esto por el cariño que me inspira mi vocación de docente con el personal de Gendarmería. Llegué a ellos por conocer la espiritualidad, además hay una relación muy importante entre el personal de la fuerza y María Antonia, y es que ella actuó para el bien. Buscaba que la sociedad sea mejor, por eso trataba de organizar los Ejercicios y que vaya mucha gente. Y los gendarmes, dentro de su vocación que el servicio a la Patria, también están en la búsqueda del bien. Cuando luchan contra el delito o custodian la frontera, lo que están haciendo es luchar por el bien, por eso esa unión entre estas dos misiones, es lo que a mí me llevó a comenzar y a seguir.

Es muy lindo llegar a los pasos donde ellos están solos, y uno puede compartir un mate, una torta frita, conocerlos desde otro lugar y saber lo que sufren en esos lugares, a merced del delito y de la naturaleza, y por ser esposa de alguien que estuvo en esto, me he propuesto llegar con esta devoción y es muy emocionante lo que sucede.

Tengo una reliquia de Mama Antula, y verlos a ellos venerarla, ponerla contra su pecho, pedirle, agradecerle, me doy cuenta de que estoy haciendo algo importante para ellos"     

Fundamentos de la Misión Antulana que encaró "Macacha"

María Cristina tenía en claro su misión. Para ello se fijó metas, se organizó y puso en letras su fundamento. 

1. El Gendarme permanece, en cumplimento de sus funciones, en lugares en los cuales, generalmente, los ciudadanos transitan. Esa permanencia se nutre de variadas circunstancias y vivencias. La santa quería llegar a donde Dios no fuera conocido, para hacerlo conocer, que los Gendarmes custodien y difundan su imagen en los Pasos Internacionales y en otros puntos del país, los haría partícipes de ese lema.

2. En sus actividades diarias, los Gendarmes caminan la Patria, velando por el bien común, como lo hizo la santa al promover los Ejercicios Espirituales en varias provincias e, incluso, en la Banda Oriental del Río de la Plata. 

3. Ella caminaba descalza. Ser Gendarme es caminar descalzos, aun con los borceguíes puestos, para despojarse –como ella- de toda comodidad y materialidad para servir al prójimo. En numerosos casos ese servicio, en defensa de la ley, el derecho y la vida de sus semejantes, los ha llevado a entregar su propia vida. Integrando estos fundamentos, es dable sostener que la presencia de María Antonia de San José en lugares tan alejados como son los Pasos Internacionales, Grupos y Secciones, fortalecerá la espiritualidad del hombre y la mujer Gendarme, que en la soledad de sus noches y en el patrullaje por recónditos caminos, se encomendará a Ella, que supo confiar en Dios en sus largas y difíciles travesías y superar los riesgos que se le presentaron. Seguramente, la Beata será un modelo de fortaleza a seguir.

4. María Antonia de San José era una mujer común, como cualquier madre, esposa, hermana o mujer Gendarme, es decir: no era monja. Y en esa condición realizó una obra que trasciende, ya que dentro de siete años se celebrarán los tres siglos de su nacimiento en Santiago del Estero.