El ejemplo se construye en la casa. Hay puntos que no se pueden permitir en una convivencia familiar para que los niños no sean fieles reproductores de malos hábitos fuera de la casa.
Cómo educar a los chicos para que no digan palabrotas: "El niño hace lo que ve del adulto" Cómo educar a los chicos para que no digan palabrotas: "El niño hace lo que ve del adulto"
Nunca será gracioso escuchar a un niño decir "palabrotas", independientemente de que si se trata de un insulto hacia alguien o alguna expresión "al aire" por un malestar.
Aunque no todas las malas palabras tienen un mismo valor, resulta siempre chocante, inadmisible y muchas veces repudiable, escucharlas desde la boca de los menores.
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"Que los niños digan palabrotas siempre se ha considerado un síntoma de mala educación", consideran algunos especialistas, sobre esta práctica.
Y para ser más clara respecto al tema, la Lic. Rosario Sanguedolce, psicóloga infantil, en diálogo con EL LIBERAL aclaró que "el niño hace lo que ve del adulto. Entonces hay que plantearnos sobre qué cosas imitan los chicos del entorno adulto".
En relación al tema, basado desde este punto, la especialista ahondó: "Hay que ver primero la conducta contradictoria de los adultos, que por un lado les piden a los niños que se comporten, y por otro lado son ellos los que expresan estas palabras, mienten, omiten ciertas cuestiones, faltan a ciertas verdades, no sostienen límites. Entonces, me parece que se debe ver más sobre qué modelos, ejemplos, le damos a nuestros hijos para que ellos puedan imitar o no".
Ejemplos
En relación específica al lenguaje, Sanguedolce consideró que "si un niño se está criando en un ambiente en donde hay violencia verbal, violencia psicológica, e incluso física, puede pasar que el chico reproduzca eso en otros ámbitos. Si el niño se cría en un ambiente en donde se usa la fuerza física para imponerse puede reproducir lo mismo en la escuela, en el club o con los amigos. Lo mismo, si se están criando en un ambiente en donde no se sostiene la palabra, en donde hay muchas mentiras o donde hay secretos familiares muy fuertes, y a los niños se los hace partícipes de esto con la carga emocional que eso implica. Se puede generar un daño grande en estos chicos".
LIC. ROSARIO SANGUEDOLCE Especialista en Psicología Infantil
No hay que reírse cuando los chicos mencionan palabras inapropiadas
Cuando los niños son muy pequeños, un adulto puede caer en la tentación de reírse cuando dicen una palabrota con esos ojos adorables. Pueden hacer gracia, pero es un grave error.
"Los pequeños aprenden que esa frase llama la atención de los adultos y, aunque no sepan lo que significa, la repetirán para buscar su elogio, para encontrar su aceptación. Por tanto, cuando se dé esta situación, no debemos prestarles demasiada atención", consideran los expertos.
Las líneas rojas que no se deben consentir
Que los niños digan palabrotas es algo que no suele hacernos ninguna gracia. ¿Cuáles son las líneas rojas que no debemos consentir? Se plantean los especialistas. "Bajo ningún concepto debemos permitir que se traspase el uso de palabrotas contra padres, hermanos, profesores, compañeros, etc. Se trata de una falta de respeto contra ellos. También debemos diferenciar cuándo las emplean: si solo las utilizan en momentos puntuales de rabia, susto, indignación, o si, por el contrario, las usan en cada frase o como muletilla habitual. Que las empleen en momentos puntuales no es un problema, y quizás lo hagan porque así lo han visto hacer a sus mayores. Sin embargo, si las usan con frecuencia, debemos retarlos a que se esfuercen en no decirlas", detallan en una artículo público en Aleteia.org.
